
BBVA ha llevado a cabo en el último año un recorte de personal en Turquía de 903 trabajadores. El ajuste, que representa un 4% de la plantilla en este mercado, lo ha efectuado en plena crisis del país, donde la incertidumbre sobre su economía y los problemas políticos han crecido de manera exponencial, hasta el punto de que no se descarta que reclame ayuda al FMI.
La disminución de trabajadores es similar porcentualmente al descenso de las sucursales. La franquicia turca, donde Garanti es su estandarte, redujo 47 sucursales, un 4,2%.
Tras el ajuste la estructura del banco en el país mediterráneo se sitúa en 22.286 trabajadores y 1.072 agencias comerciales. Además cuenta con casi 5.300 sucursales.
La medida responde a la necesidad de ahorro de costes y a la apuesta, no solo de la entidad, de ganar eficiencia a través de los canales digitales -móvil, principalmente-. De hecho, Garanti se encuentra inmerso en un proceso para transformar toda la red para incorporar alta tecnología a sus sistemas y máquinas.
La tecnología, en el punto de mira
Fuentes de BBVA destacan como causa principal los avances tecnológicos. Indican que "con la ayuda de las mejoras tecnológicas en el sector bancario, los consumidores pueden alcanzar los servicios financieros que necesitan a través de varios canales digitales de manera muy rápida y conveniente". "Esto significa que hoy en día, la mayoría de los servicios financieros se realiza en una computadora o dispositivo móvil, incluso para los procesos muy rutinarios", explican.
Las mismas fuentes añaden que "con nuestras capacidades digitales y el cambio en las necesidades y expectativas de los clientes, nuestra forma de trabajar también ha cambiado y los roles en las sucursales se han revisado en consecuencia, especialmente en la última década".
El descenso de personal en Turquía, su tercer mayor mercado y el único de los principales donde en los últimos doce ha materializado un recorte de la plantilla. En España, la merma de trabajadores del grupo apenas alcanza los 150; en México la plantilla aumenta en más de 1.000 empleados; y en Estados Unidos también crece, en unas 250 personas.
Hasta ahora el nivel de eficiencia de la filial turca se mantiene en niveles bajos, del 35%
Con el ajuste el banco español se anticipa a eventuales recortes para mejorar la eficiencia y rentabilidad en Turquía ante la amenaza de una subida de los costes, como consecuencia de la escalada de la inflación, el alza de las provisiones para créditos si la economía se deteriora drásticamente y la bajada de los ingresos por menor actividad crediticia. De hecho, BBVA ya reconoció que en la primera parte del ejercicio el crecimiento de los créditos en el país había se había ralentizado, principalmente, por el parón de la demanda de préstamos en moneda extranjera -principalmente dólares y euros-.
Hasta ahora el nivel de eficiencia de la filial turca se mantiene en niveles bajos, del 35%. En Europa el regulador recomienda niveles del 50%, es decir, que se destinen 50 euros para ingresar 100.
Además, el grupo que preside Francisco González se enfrenta a varios desafíos si Turquía colapsa, además del aumento de las dotaciones y de los menores beneficios.
Por un lado, podría tener que ejecutar un deterioro en el capital por la caída de la valoración de Garanti, principalmente. El banco cuenta con coberturas, pero éstas no cubren todo el riesgo. Por cada caída de un 10% de la lira frente al euro, BBVA debe anotarse una pérdida de 2 puntos en su solvencia, una cifra que en principio no es relevante.
En 2014, ante el anuncio de incrementar en un 15% su participación en Garanti para llevar al 40%, el grupo se vio obligado a revisar la tasación de su inversión, lo que supuso un 'hachazo' a sus resultados superior a los 1.800 millones de euros.
Además, la entidad tiene que re bajar el valor del fondo de comercio ante las menores expectativas de rentabilidad en el país por la adquisición de Garanti. De hecho, en el primer semestre de este año, ha llevado a cabo un ajuste en esta partida, de 509 millones a solo 433 millones.
Hasta la fecha, BBVA ha destinado 7.000 millones para la toma de control del tercer banco turco, del que posee un 50%. Tras los ajustes llevados a cabo, en especial el de 2014, las caídas en el mercado y el desplome de la lira turca este porcentaje a día de hoy tiene un valor en el mercado de apenas 1.855 millones. La minusvalía, por tanto, alcanza los 5.000 millones de euros, una parte de la cual ya ha sido reconocida.
Solo en 2018 todos estos factores han reducido el valor de la mitad de capital de Garanti en un 31,76%, ya que a principios de enero tenía una capitalización de 5.400 millones.
En la sesión del viernes el banco turco se depreció en el mercado un 6,5% en liras, pero por el efecto del hundimiento de esta moneda, la caída en euros llegó a sobrepasar el 20%.
BBVA registró en junio minusvalías no realizadas de renta fija turca por valor de 206 millones
El banco presidido por Francisco González tiene, asimismo, en su balance bonos turcos que, como consecuencia de la caída de la divisa y el ascenso libre de la prima de riesgo del país, se enfrenta también a su devaluación o a pérdidas una vez estos venzan o se vendan.
BBVA dispone de unos 4.600 millones de renta fija del país turco. Según los datos disponibles, el grupo contabilizó en junio minusvalías no realizadas de este producto -que incluye deuda del Estado y deuda de otros organismos públicos- de 206 millones, una cifra que casi duplica las pérdidas latentes a cierre de 2017, que se limitaban a 115 millones.
El banco español ha ido disminuyendo esta cartera en los últimos meses para reducir su exposición y poder, incluso, lograr plusvalías con la desinversión. En diciembre tenía algo más de 5.000 millones.
Garanti aporta el 18% de los ingresos y más el 11% de los beneficios de BBVA
Pese a todas estos problemas e incertidumbres, BBVA mantiene su apuesta a largo plazo. Considera que es un país con un potencial de crecimiento futuro a pesar de la turbulencias por las que atraviesa por el sobrecalentamiento de la economía y por la guerra comercial emprendida por Trump contra los mercados emergentes.
La evolución de Garanti y el resto de activos que tiene BBVA en Turquía es clave para el futuro del grupo español. Su peso es significativo, al aportar el 18% de los ingresos y más del 11% de los beneficios.
Tal es el riesgo que el BCE, según publicó Financial Times, está analizando pormenorizadamente y al minuto los acontecimientos. No solo BBVA tiene intereses en Turquía, también el italiano Unicredit y el francés BNP. El supervisor europeo ha puesto en marcha una monitorización de la situación, por si el problema crece y se produce un contagio al resto del sector en el Viejo Continente.