Cada vez es más frecuente que en los restaurantes, tiendas y museos de Suecia no acepten metálico. El país nórdico es el Estado más avanzado en sistemas de pago digitales y con tarjetas de crédito. La mayoría de entidades bancarias han dejado de utilizar el dinero físico. Pero las autoridades están preocupadas porque muchas personas no tienen acceso a los servicios digitales, especialmente, las personas mayores. l Suecia sufre el peor desplome inmobiliario desde 2008, pero aún están muy tranquilos
El dinero físico está desapareciendo en Suecia, a favor de los sistemas de pago digitales o tarjetas de crédito. El Riksbank, el Banco de Suecia, está elaborando un informe sobre las consecuencias que está teniendo y valorando adoptar medidas para paliar los efectos negativos.
"Si el efectivo se reduce demasiado rápido, será difícil mantener la infraestructura" para manejar efectivo, ha explicado Mats Dillen, jefe de la revisión parlamentaria, a Bloomberg.
Suecia está considerado como el país que menos efectivo utiliza del planeta. La mayoría de las sucursales bancarias del país han dejado de manejar efectivo y muchas tiendas, museos y restaurantes solo aceptan tarjetas de crédito y pagos a través del móvil. A las autoridades suecas les preocupa que la brecha digital deje a muchas personas aisladas de los servicios digitales, especialmente, las personas mayores.
Dillen teme que el país entre en una espiral de consecuencias negativas y que desaparezcan los sistemas e infraestructuras para pagar en efectivo.
El año pasado, la cantidad de efectivo en circulación en Suecia cayó al nivel más bajo desde 1990, siendo un 40% inferior al pico máximo que se alcanzó en 2007. En los dos últimos ejercicios se han registrado las dos mayores caídas de dinero físico en circulación.
Una encuesta realizada por Insight Intelligence muestra que sólo el 25% los suecos pagó en efectivo al menos una vez a la semana en 2017, frente al 63% que lo hacía hace cuatro años. El 36% de los suecos reconoce que nunca utiliza el efectivo, o simplemente paga con él una o dos veces al año.
El Riksbank está considerando si existe la necesidad de una forma oficial de moneda digital, una e-corona. La idea del supervisor bancario es que la moneda digital funcione como un complemento al efectivo, no para reemplazarlo por completo.
El gobernador del Riksbank, Stefan Ingves, ha deslizado la idea de que las oficinas bancarias estén obligadas a proporcionar efectivo a sus clientes. "El Riksbank está analizando cuidadosamente el desarrollo de los sistemas digitales", ha indicado Ingves.
