Banca y finanzas

El BPI luso planea la salida de 617 empleados, con un coste de 106 millones

Foto: Archivo

El Banco BPI, entidad lusa controlada por el Caixabank, acordó la salida de 617 trabajadores a través de jubilaciones anticipadas y rescisiones voluntarias, proceso que tendrá un coste para el banco de 106 millones de euros.

En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), el BPI detalló que concluyó el programa de salidas anunciado en abril y llegó a un acuerdo para la rescisión con 519 empleados, con un coste de 91 millones de euros.

A ellos se unen otros 98 trabajadores que ya habían acordado su salida de la entidad con las mismas condiciones, con un coste de 15,4 millones de euros.

En total, saldrán 544 empleados en 2017 y otros 73 en 2018, una medida con la que el banco espera reducir sus costes en 36 millones de euros por año.

Los 106 millones de euros derivados de estas salidas serán registrados en las cuentas del primer semestre de 2017, que el banco liderado por el español Pablo Forero divulgará el próximo martes.

Al cierre de marzo, el BPI contaba con 5.445 trabajadores, por lo que el programa de rescisiones dejará la plantilla por debajo de los 5.000 empleados.

La Comisión Ejecutiva del banco considera que fueron cumplidos "adecuadamente" los objetivos establecidos y no tiene previstos más programas para reducir la plantilla.

El BPI, quinto mayor banco de Portugal, está controlado por Caixabank, que posee el 84,5% de la entidad gracias al éxito de una opa cerrada en febrero.

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