Felaban, la Federación Latinoamericana de Bancos, está celebrando esta semana distintos actos y reuniones en España con el objetivo de estrechar lazos y compartir experiencias con las entidades, los reguladores y otras empresas, como Telefónica.
Su secretario general, Giorgio Trettenero, explica que la visita, que se ha preparado con la colaboración de su socio español, la AEB, servirá para que la banca del otro lado del Atlántico avance más y pueda asumir con mayor fortaleza las incertidumbres geopolíticas actuales y futuras. Sostiene, con determinación, que el sector es sólido y no se está viendo afectado por las medidas tomadas y anunciadas por Trump ni por el efecto del Brexit.
¿En qué situación se encuentra la banca latinoamericana?
Lo digo con satisfacción, tenemos una banca líquida, solvente y rentable. El capital está por encima de lo que exige la regulación y la rentabilidad, aunque ha caído, se encuentra en el 13,1 por ciento. Mientras seamos una banca rentable, seremos capaces de capitalizarnos y de atraer inversión extranjera.
¿Esta situación será suficiente para que la banca de la región pueda asumir el 'efecto Trump'?
La regulación de capital no viene sola, viene acompañada de inestabilidades políticas y decisiones equivocadas, como el mantenimiento de los tipos en negativo en Europa o las múltiples tasas impositivas. En general, este tipo de medidas hacen que el coste de capital se eleve.
¿El 'efecto Trump' puede provocar problemas a la banca de la región?
La política proteccionista que ha anunciado Trump es del pasado, ya fracasó en los 80. El proteccionismo solo te lleva a pérdidas, ineficiencias y falta de competitividad. Esto va a obligar a nuestros países, si EEUU cierra sus fronteras, a mirar a otros mercados. Además, también va a influir el Brexit, pero por ahora no está afectando a nuestra banca, porque está más fortalecida que nunca. Ni siquiera se ha resfriado porque la economía sigue creciendo, aunque sea a un menor ritmo.
¿Ni siquiera a la de México?
México es un caso aparte. Es un país muy dependiente de EEUU. El país azteca solo ha mirado arriba. Pese a todo, la banca de México es muy fuerte y sólida también. Todos los bancos están bien, aunque es verdad que el volumen de la cartera está muy vinculada al crecimiento del PIB. Si se cae la economía, lo normal es que desciendan los créditos y al actividad, pero eso no quiere decir que vaya a tener problemas.
¿Qué perspectivas tiene sobre Brasil y su sector bancario?
Buenas. Recientemente leí que había dejado atrás la recesión, lo que es muy bueno también para la región. Lo más importante ya está hecho, pasar de negativo a positivo. Este punto de inflexión se ha logrado después de que se hayan adoptado medidas muy duras.
¿Hay interés de algún banco latinoamericano en entrar en España?
Hubo ya alguna incursión, como la del colombiano GNB, cuyo responsable Jaime Gilinski invirtió en Sabadell. Eso es una demostración del interés, pero yo creo que en España se está en una fase todavía de consolidación, lo que provoca que los precios suban mucho.
¿Cómo se ha vivido la crisis del Popular al otro lado del Atlántico, donde algunos inversores tenían intereses, como el mexicano Del Valle?
Desconozco los detalles y, por tanto, prefiero no pronunciarme.
Una de las propuestas que ha realizado Feleban es la reducción del efectivo en la región. ¿Es posible?
Es uno de nuestros principales objetivos, porque serviría para incrementar la inclusión financiera y tendría efectos positivos en la recaudación de los Estados y en la lucha contra la corrupción.
