
El crédito a empresas, familias y sector público por parte de la banca sigue cayendo y su comportamiento reciente ha sido peor de lo esperado. La inestabilidad política en España en 2016 ha provocado que descienda aún a ritmos del 5%. La caída es significativamente superior en Cataluña, donde la incertidumbre es mayor debido a los planes independentistas de la Generalitat.
Según los últimos datos disponibles del Banco de España, la financiación total de las entidades en Cataluña se hundió casi un 19% entre octubre de 2015 y octubre de 2016, es decir, tres veces más que en el conjunto de España. En ese periodo, la financiación a empresas, familias y Administraciones Públicas retrocedió de media un 4,7% a nivel nacional.
El desplome coincide en el tiempo con la deriva independentista. El referéndum se celebró el 9 de noviembre de 2015, fecha en la que el crédito en Cataluña comienza su caída libre. Hasta entonces, la evolución era prácticamente similar al conjunto nacional.
El descenso conlleva una pérdida de peso relevante de la región frente a otras sobre el total, pasando de aglutinar un 19,4% a un 16,5%, en favor de la mayor parte de comunidades autónomas, principalmente Madrid y el País Vasco, donde además el saldo crediticio aumenta. La primera gana más de dos puntos de cuota, hasta el 29,4%, mientras que la segunda mejora en medio punto, a un 5,59%.
Comunidad Valenciana
Únicamente la Comunidad Valenciana acompaña a Cataluña en la merma de representatividad sobre el conjunto nacional. Desciende su peso del 9,13% al 8,67% en un año debido a que la crisis ha impactado con una mayor virulencia que en el resto del país.
Fuentes financieras, destacan que el comportamiento tan diferencial se ha observado tanto en el crédito destinado a las Administraciones Públicas, como en el dirigido al sector privado (empresas y familias).
Los datos publicados por dos de las tres entidades con mayor volumen de negocio en Cataluña -CaixaBank y Sabadell- reflejan el desplome, aunque éste es ligeramente inferior. En el ejercicio 2016, el stock de préstamos CaixaBank en su región de origen bajó en torno a un 18%, principalmente por el descenso en organismos públicos, hogares y pymes. Por su parte, el volumen de financiación en la comunidad autónoma del Sabadell disminuyó el ejercicio pasado un 14,6%, como consecuencia sobre todo de la caída experimentada en grandes empresas, que han aprovechado el descenso de los tipos para emitir deuda.
Otras fuentes sostienen que el peor comportamiento del crédito en Cataluña se debe a la paralización de proyectos empresariales y a la menor demanda en general ante las dudas sobre su futuro mientras la Generalitat mantenga los planes de desconexión con el resto del país. También sostienen que hay compañías que han decidido trasladarse a otros territorios o deslocalizar ramas de actividad -a Madrid, por ejemplo- ante esta incertidumbre.
En esta coyuntura algunas entidades con una presencia más limitada en el territorio catalán, en cambio, han desarrollado una política activa para incrementar su negocio, principalmente en empresas, nicho que presenta rendimientos más elevados. Así, Popular elevó un 18% el volumen de financiación a las pymes en esta región. Bankia, en cambio, apostó por las grandes compañías, segmento en el que creció un 10%.
En este escenario, la financiación bancaria en la Comunidad de Madrid se incrementó un 3,4%, hasta los 387.000 millones, agrandando así su distancia con Cataluña, que tras el descenso experimentado, acumula créditos públicos y privados por importe de 217.500 millones. País Vasco, con un importante tejido industrial y una recuperación más sólida de su economía, es otra región donde los préstamos suben. Entre octubre de 2015 y octubre de 2016, registraron un aumento aún superior al de Madrid, al avanzar un 4,5%. Con un repunte algo inferior se sitúa también Galicia, donde el stock de financiación logró ascender un 3,1%.