
El saneamiento de los bancos italianos está encarrilado, pero su éxito dependerá de la recuperación económica. Es la opinión de Alessandro Profumo, protagonista de la banca italiana durante la última década, antes como consejero delegado de Unicredit (a quien llevó, entre 2005 y 2010, a ser el principal banco internacional italiano a través de adquisiciones en Alemania, Austria y Europa del Este) y luego como presidente de MPS (2012-2015) en el intento de sanear la entidad más problemática del país.
Ahora Profumo preside Equita SIM, un banco de inversión independiente. "Italia, a diferencia de España, ha tenido una doble recesión durante la crisis, con una caída del PIB sólo inferior al de Grecia. Y esto como consecuencia de las políticas de austeridad que, de un lado Europa, del otro el Gobierno tecnócrata de Monti, llevaron a cabo. Debemos preguntarnos si la lógica de la austeridad es la más adecuada", dijo Profumo a elEconomista durante una reunión con los corresponsales extranjeros en Milán, añadiendo que "España, desde el punto de vista macroeconómico, se ha portado mucho mejor. Italia perdió el 10% del PIB. Y es un milagro que los bancos italianos sigan en pie", zanjó.
Según Profumo, al hacer un banco malo con fondos europeos, "España fue mucho más lista que nosotros. Ellos, sin embargo, por una situación económica diferente y una deuda más baja, tenían menos miedo a ser intervenidos por la troika".
Miedo a la intervención
"En Italia, no rescatar a los bancos fue una elección política, por el temor a que el país fuese intervenido. Por aquel entonces el diferencial de la deuda rondaba los 500 puntos básicos", dijo. Y añadió que, entonces, "las previsiones económicas eran radicalmente diferentes y, como consecuencia, también los modelos sobre el riesgo de crédito daban resultados diferentes con respecto a lo que vimos luego", y que "es fácil juzgar ahora a toro pasado".
"En mi opinión, ha faltado la macroeconomía. Antes de la crisis todos nos centrábamos en la micro y no en la macro. Por eso también las autoridades de vigilancia se han equivocado. En Italia, en particular, ha fallado el control sobre los sistemas de gobierno corporativo", explicó. "Tenemos que recordar, sin embargo, que la banca española fue rescatada con mucho dinero europeo y que el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez ahora está imputado por Bankia. El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra".
Él mismo, a toro pasado, tiene dudas sobre el recorrido de saneamiento de Monte dei Paschi di Siena (MPS), el banco transalpino que Roma se prepara para rescatar tras el fracaso de la ampliación de capital privada a finales del año pasado. "Yo mismo me pregunto si Fabrizio Viola [consejero delegado de MPS entre 2012 y el verano de 2016] y yo hicimos bien al sanear Montepaschi y no dejarla quebrar. Lo que me contestó es que para el país hubiera sido un varapalo. El rescate de los cuatro pequeños bancos [Banca Marche, Banca Etruria, Cari Ferrara e Cari Chieti, intervenidos a finales de 2015] que son la novena parte de MPS, ha costado al país 7.000 millones. MPS, de momento, no ha costado nada. El Estado pondrá dinero en la entidad, pero mucho menos de lo que Alemania se ha gastado en el rescate de Commerzbank".
Recuperación económica
Profumo piensa que el camino de saneamiento de la banca italiana está encarrilado, pero que la solución del problema de los créditos dudosos mucho dependerá de la recuperación económica. "Una vez solucionados los problemas de Veneto Banca y Popolare de Vicenza [dos bancos medianos que necesitan ser intervenidos], no veo grandes problemas para la banca italiana", explicó Profumo a elEconomista al margen del encuentro. Eso sí, dependerá de la recuperación de la economía transalpina: "Según el Banco de Italia, la tasa de recuperación del credito está alineada con las provisiones de los bancos. Es claro que los créditos dudosos se convertirán en impagos si la economía vuelve a caer. Pero, si el país se recupera, incluso los impagos podrán ser recuperados", añadió.
Explicó también que, de momento, "no hay un mercado para los creditos dudosos porque los compradores están esperando conseguir precios de rebaja. Ello porque los bancos están obligados a vender por el Mecanismo Único de Supervisión del BCE. Sin embargo, los fondos que compran estos activos italianos prometen a sus inversores un rendimiento de entre el 20 y el 25%, lo que indica que hay margen para recuperar estos créditos".
Según Profumo, cuando los fondos se forren con los créditos dudosos de lo bancos italianos, "los accionistas pedirán explicación a los banqueros sobre el precio de venta de estos activos".
El banquero no parece preocupado por la inestabilidad política de Italia tras la escisión del PD, el principal partido transalpino: "Es un momento político muy complejo, y no sólo en Italia", dijo Profumo, e indicó que "Gentiloni es un político muy experimentado y su Gobierno parece capaz de salir indemne de todo esto".