Banca y finanzas

El Popular integra su actividad de Portugal en España para ahorrar costes

  • El ratio de costes sobre ingreso se sitúa en un elevado 55% en Portugal

El Popular continúa poniendo en marcha iniciativas para reducir lo máximo posible sus gastos operativos y mejorar su eficiencia. La entidad anunció ayer que va a llevar a cabo la integración de sus negocios bancarios de España y Portugal.

El grupo ha aprobado la escisión de su actividad financiera del país vecino para fusionarla a la de su filial española. Una vez realizado el traspaso de los activos, el Popular perderá la ficha bancaria con la que opera en el mercado luso, pero mantendrá la operativa a través de una sucursal, es decir, como un centro territorial.

La división que tiene ahora se transformará en una sociedad de arrendamiento financiero, que mantendrá el patrimonio inmobiliario del banco en Portugal.

Esta medida, que deberá ser aprobada por las autoridades, se produce en pleno proceso de limpieza del balance y desarrollo de su plan para elevar la rentabilidad tras la ampliación de capital de 2.500 millones de euros de antes de verano.

Cierres en Portugal

Antes de fin de año, el Popular anunció el cierre de 47 oficinas en Portugal y el recorte de unos 295 puestos de trabajo de su franquicia lusa. Este ajuste representa algo más de una cuarta parte de la estructura que mantenía el banco en este mercado.

El objetivo del grupo presidido todavía por Ángel Ron es conseguir unas sinergias de costes de entre 175 millones y 200 millones de euros anuales y compensar el lastre de la actividad inmobiliaria.

El Popular está presente en suelo luso desde 2003, cuando compró el Banco Nacional de Crédito y cuenta con un volumen de activos que roza los 10.000 millones. Gestiona una cartera de créditos de más de 6.700 millones y administra recursos de clientes por importe de 5.700 millones. La filial aporta en torno a un 10% de los beneficios del grupo.

En los últimos años, el banco ha intentado aprovechar algunas de las oportunidades de compra que han surgido en el país vecino para crecer en su actividad internacional. Finalmente, se ha visto obligado a reducir la estructura para incrementar la eficiencia. En Portugal, el ratio de costes sobre ingresos de la entidad se sitúa en un elevado 55%.

La decisión de unificar las actividades se ha adoptado antes de que llegue a la presidencia del banco Emilio Saracho. Su incorporación está prevista para febrero, una vez se apruebe el nombramiento por la junta general de accionistas.

Otro de los proyectos que ultima el grupo antes del cambio en la cúpula es la segregación de una parte de sus activos inmobiliarios. La entidad pretende cerrar los flecos de Sunrise en las próximas semanas. Este vehículo contará con unos 6.000 millones de pisos y suelo antes de provisiones por deterioro y el propósito es que cotice en bolsa a finales del primer trimestre.

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