
Los mecanismos para rescatar al banco italiano Monte dei Paschi están listos, después de que la ampliación de capital con inversores privados haya quedado casi descartada, según ha revelado fuentes cercanas del asunto a Reuters. Las acciones del banco han subido un 1,18% en bolsa.
El plan de rescate será de unos 5.000 millones de euros y el Estado tendrá que asumir el peso de la operación, puesto que los inversores no han dado el visto bueno a la ampliación de capital, sobre todo tras el resultado del referéndum del domingo en Italia, donde un 59% de los italianos rechazaron la enmienda de la Carta Magna propuesta por el Gobierno de Renzi, que limitaba el poder del Senado y los territorios para dar mayor poder al Ejecutivo central y garantizar la estabilidad política.
JP Morgan y Mediobanca, asesores de Monte dei Paschi, trabajan con el ministro de Finanzas de Italia, Pier Carlo Padoan, para que Qatar finalmente se decida por inyectar fondos en la tercera entidad de Italia. "Todo el mundo se mantiene a la espera de un nuevo Gobierno", explicaron fuentes con implicación directa en el plan de recapitalización, que señalaron que el banco y el BCE podrían aprobar una "recapitalización preventiva" con una inyección de fondos estatales y la conversión de deuda subordinada en capital.
Según fuentes del banco, si el plan de recapitalización privada de Monte dei Paschi fallaba, el Gobierno italiano podría interceder e inyectarle dinero público para evitar una crisis mayor. No obstante, según fuentes del Wall Street Journal, no se tomará ninguna medida concreta hasta que se sepa quién será el sustituto de Matteo Renzi.
Y es que, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha pedido al todavía primer ministro que no haga efectiva su dimisión hasta que los presupuestos generales hayan sido aprobados en el Parlamento, según ha anunciado este lunes el Palacio de Quirinale, lo que podría retrasar la operación de rescate. Por otro lado, el ministro del Interior, Angelino Alfano, ha apuntado que Italia podría celebrar elecciones anticipadas en febrero.
Esta incertidumbre sobre la gobernalidad del país podría retrasar el comienzo de las operaciones para rescatar a la maltrecha entidad italiana.