
Ibercaja tiene previsto adelantar parte de la devolución de las ayudas públicas concedidas a Caja3 -entidad que integró en 2013-, que ascienden a 407 millones de euros en bonos convertibles contigentes (CoCos). La intención del grupo aragonés, según ha podido saber este periódico en fuentes financieras, es abonar en torno a la mitad de los recursos estatales a finales de este año, para lo que ya mantiene negociaciones con el BCE.
El banco quiere anticipar una de las dos devoluciones comprometidas con las autoridades fijadas para 2017, que fijan un reembolso de 163 millones (40%) en marzo y otro de 224 millones (55%) en diciembre. En el primer trimestre de 2016 Ibercaja ya abonó los primeros 20 millones al Frob.
El objetivo de la entidad presidida por Amado Franco es eliminar cuanto antes el elevado coste que llevan aparejados los CoCos, que se sitúan a un 9% anual. Además, según señaló ayer en un acto público el consejero delegado, Víctor Iglesias, "no nos gusta tener ayudas públicas indirectas".
El 'número dos' indicó que el banco cuenta con capital suficiente para hacer frente a estas devoluciones. El superávit de fondos propios de Ibercaja alcanza en la actualidad los 800 millones.
Aún así, el grupo zaragozano trabaja en su plan para encontrar inversores que entren en su accionariado con una participación de entre el 10% y el 20% con el fin, también, de que faciliten la salida a bolsa que tiene prevista para antes de 2021. Por el momento, Ibercaja está descartando las ofertas porque no ofrecen una valoración atractiva de la entidad.
Iglesias destacó, durante la presentación de sus nuevas oficinas tecnológicas para pymes y grandes patrimonios, que la rentabilidad de Ibercaja irá mejorando en los próximos dos o tres años, hasta superar el 8% que exigirá el mercado, y por tanto, el banco podrá debutar en bolsa a precios cercanos a su valor en libros. En la actualidad los inversores ofrecen comprar acciones con un descuento que sobrepasa el 40%.
Ibercaja tiene que salir a bolsa para cumplir con la normativa, que obliga a que sus cajas de origen reduzcan su participación por debajo del 50% para evitar un fondo de reserva significativo.
El consejero delegado confío en la fortaleza y la independencia del banco. Asimismo, avanzó que estudiará cualquier oportunidad de compra que surja, incluida una posible subasta de BMN, pero que cualquier movimiento dependerá del precio y del capital que consuma.
Para duplicar su rentabilidad, Ibercaja enfocará su negocio en productos de valor añadido. De ahí, que haya puesto en marcha dos oficinas tecnológicas y de asesoramiento en el centro de Madrid destinadas a pymes y banca privada. Este modelo lo ampliará a otras ciudades hasta contar con unas 20. Asimismo la entidad está comenzado a segmentar la red por nichos para dar una mejor atención y a focalizar su crecimiento en zonas y actividades más rentables. Así, está poniendo en marcha sucursales dobles (con una zona rápida y otra de asesoramiento).
Senda correcta del plan Madrid
En este proyecto se enmarca también el denominado plan Madrid lanzado en febrero, por el que pretende elevar su volumen de negocio en 3.700 millones y rozar los 19.000 millones en 2020. Por el momento, según Iglesias y el responsable de la entidad en esta Comunidad, José Morales, los resultados se están cumpliendo con creces y van en la "senda correcta" para la consecución de los objetivos.
El crédito otorgado por el grupo aragonés en esta autonomía alcanza los 1.300 millones, lo que supone un ascenso interanual de un 25,7%. En el caso de las hipotecas, éstas crecen a un ritmo del 83%, lo que permite duplicar la cuota de Ibercaja en este segmento, del 2,1% al 4%.
La entidad, con el fin de elevar la rentabilidad y la eficiencia, no descarta cerrar oficinas. Podría, como el resto del sector, suprimir ordenadamente el 10%, en torno a las 120.