
Los seguidores del complicado laberinto por el que discurre la oferta de compra de CaixaBank sobre BPI se encontraron ayer con un camino inesperado. A dos días de que el luso celebre su junta de accionistas, pospuesta en dos ocasiones, en la que se decidirá si el banco levanta el blindaje sobre los derechos de voto, el accionista que ha retrasado judicialmente esta decisión, daba a entender que tiraba la toalla. "No va a ser por nuestra culpa que el banco tenga problemas con el BCE", afirmaba.
En una entrevista publicada por el Jornal de Negocios, Tiago Violas Ferreira, que con un 2,68% de los títulos de BPI ha logrado hasta ahora bloquear la votación, se reconocía vencido y daba por segura la oferta de CaixaBank. "Somos conscientes de la fuerza que tenemos y creo que la hemos agotado", capituló.
Violas Ferreira, que hace meses emprendió una campaña en defensa de que BPI continuara siendo luso, reconoce que sus esfuerzos para captar inversores extranjeros que le respaldaran habían sido infructuosos y, además, se mostraba decepcionado con la angoleña Isabel dos Santos, con quien se especulaba que actuaba conjuntamente. "Nuestra hipótesis era que los accionistas angoleños tenían otros intereses de los que finalmente hemos visto", reveló.
Isabel dos Santos lleva más de doce meses enfrentándose a CaixaBank por BPI. En 2015, emprendió una campaña para que el español mejorara el precio de su primera oferta de compra por BPI, a 1,3 euros por título. El banco no lo incrementó y entonces Dos Santos votó en contra de que se levantara el blindaje de BPI, lo que provocó que CaixaBank retirara su oferta, por ser un requisito.
Unos meses después, concretamente en abril, cuando sobre BPI ya pesaba la amenaza de una multa del BCE si no reducía su exposición a Angola, Isabel dos Santos se desdecía de un pacto firmado con CaixaBank y el banco español volvía a lanzar una oferta de compra para buscar soluciones a los problemas de BPI. Previamente, el Gobierno portugués había aprobado una ley que obligaba a los accionistas de ciertas entidades financieras a votar en junta la pertinencia de los blindajes estatuarios sin que estos se aplicaran.
Entonces, Isabel dos Santos defendió que no había roto su palabra y Tiago Violas Ferreira tomó un papel protagonista, denunciando el cambio en la ley y tratando de impulsar una mejora del precio, que CaixaBank siempre ha defendido que no llegará.
La incógnita del cómo
El acto de contrición de Violas Ferreira, que impulsó ayer un 5% al alza a BPI en bolsa, no se sabe si provocará algún movimiento mañana en la junta. La Justicia portuguesa todavía no se ha pronunciado sobre la providencia cautelar del accionista, luego podría retirarla. En este caso, CaixaBank podría votar por todo su capital. Si no, se efectuará la votación considerando los blindajes y, para que se apruebe, es necesario que Dos Santos no la vete.