
Oficialmente, su nombre ha salido de una lista de ejecutivos preparada por un cazador de cabezas. Los rumores, sin embargo, apuntan a que era el único candidato que podía contar con el respaldo de Matteo Renzi y de JPMorgan, el banco norteamericano que, junto a Mediobanca, garantiza la ampliación de capital que Monte dei Paschi di Siena prepara solicitar al mercado.
Marco Morelli fue nombrado el pasado miércoles consejero delegado de la tercera entidad financiera italiana, la más antigua ?fundada en 1472? y, al mismo tiempo, la más problemática del país. Morelli deja el cargo de vicepresidente para Europa, Oriente Medio y África de Bofa Merrill Lynch para encargarse de una misión casi imposible: conseguir 5.000 millones de capital fresco para un banco que, desde 2012, ha reacaudado y quemado en la bolsa 12.000 millones de euros.
Las entidades que garantizan la nueva ampliación de capital anunciada en julio, conscientes de la dificultad de la operación, han pedido un cambio de rumbo. Por ello en pocos días la anterior cúpula del banco -el consejero delegado Fabrizio Viola y el presidente Massimo Tononi- ha sido sustituida. La idea es que una cara nueva tendrá más credibilidad a la hora de pedir a los inversores 5.000 millones para una entidad que capitaliza menos de 700 millones de euros. Morelli tiene el perfil adecuado, ya que representa una ruptura con la reciente gestión de MPS y conoce bien el banco y sus problemas. De hecho, antes de ser nombrado en 2012 vicepresidente de Bofa Merrill Lynch, el banquero fue subdirector general de MPS y director financiero de la entidad. Morelli trabajó entonces con Giuseppe Mussari, el presidente responsable del hundimiento de MPS; sin embargo, la Fiscalía que lo investigó subrayó que el nuevo consejero delegado no tuvo nada que ver con las maniobras del antiguo presidente.
Buena relación con Renzi
Otros elementos clave para la elección son su pasado en JPMorgan y sus buenas relaciones con el Gobierno de Matteo Renzi, principal accionista de MPS, con un 4%. La rapidez de su nombramiento ?una semana después de la dimisión de Viola? indica el respaldo que el banquero tiene en Roma.
Además, como responsable europeo de Bofa Merrill Lynch, Morelli ya se ha ocupado del saneamiento de MPS y ha participado como asesor en la creación del Fondo Atlante, pensado para rescatar los bancos medianos en apuros.
Junto al conocimiento del problemático mundo bancario italiano, Morelli tendrá también que utilizar sus contactos en la banca de inversión internacional para buscar capitales. Al nuevo consejero delegado de MPS no le faltan experiencias fuera de Italia: tras licenciarse en Empresariales por la Universidad Luiss de Roma, trabajó en UBS y KPMG en diferentes ciudades europeas.
Dentro de las próximas semanas, Morelli, que asumirá oficialmente el cargo el 20 de septiembre, tendrá que presentar a los inversores el plan industrial que la anterior cúpula había empezado a elaborar. En esta ocasión, comunicará también si el banco reducirá el tamaño de la ampliación de capital gracias a la conversión en acciones de los bonos subordinados que están en manos de inversores institucionales.
En todo caso, el desafío es muy grande: Morelli tendrá que demostrar que para el banco la credibilidad de una nueva cúpula es más ventajosa que la inestabilidad creada por el improvisto cambio de consejero delegado. La confianza de los inversores será un elemento clave para sacar adelante antes el saneamiento y luego la fusión o la venta de MPS, y Morelli trabajará contrarreloj para volver a tener el apoyo financiero que sus antecesores han disipado durante los últimos meses. Su sueldo será el mismo que el del consejero delegado saliente: 1,86 millones de euros, pero con una parte variable relacionada con el cumplimento del plan industrial.