
Las cajas de ahorro lograron un beneficio neto de 5.119 millones de euros hasta junio, lo que supone un descenso del 3,8% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Es la primera primera caída semestral en los resultados del sector desde 2002, según datos facilitados por la Confederción Española de Cajas de Ahorros (CECA), que ha nombrado a José Antonio Olavarrieta como sustituto de Juan Ramón Quintás al frente de la dirección general de la organización.
La tasa de morosidad del crédito se situó en el 1,909% a cierre de junio, casi el triple que el 0,68% registrado en junio de 2007, debido al aumento de los activos dudosos y a la propia ralentización del crédito concedido.
Asimismo, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) facilitó la tasa de morosidad del sector en julio, que alcanzó el 2,49 por ciento, y señaló que cerca de medio punto de subida está motivado por "las circunstancias excepcionales del mercado inmobiliario".
Consecuencias de Fadesa
Así, reconoció que en el incremento ha tenido mucho que la suspensión de pagos de una gran inmobiliaria -en referencia previsiblemente a Martinsa-Fadesa- con la que nadie contaba.
Además, el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, vaticinó que los resultados de las cajas de ahorros en 2009 serán peores que los de 2008, en línea con las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
El presidente de la patronal de las cajas explicó que la "suave reducción" del beneficio en el primer semestre se debe a que "los gastos han crecido más que los márgenes" por el mayor número de dotación de provisiones.
Eficiencia antes que expansión
En este sentido, Quintás apuntó que le hubiera gustado que los gastos efectuados por las cajas durante este primer semestre del año no hubieran sido tan elevados y que el "paradigma" de la expansión hubiera sido sustituido por el de la eficiencia.
En cuanto a la evolución de los distintos epígrafes de la cuenta de resultados, el margen de intermediación aumentó el 8,5% hasta los 10.060 millones de euros, mientras que el margen de explotación -el que mejor refleja el negocio puramente bancario- se situó en 8.993 millones, un 2,7% más respecto a los seis primeros meses de 2007.
Por su parte, el margen ordinario se incrementó un 5,9%, hasta 15.819,7 millones, después de que las comisiones netas cayeran un 1,3% (2.677,4 millones), mientras que las actividades de seguros se incrementaron un 136 por ciento (460,9 millones) y los resultados por operaciones financieras, un 2,5% (2.019,4 millones).
Aumento de las pérdidas netas
Del final de las cuentas de resultados destaca el aumento del 66,3% (3.390,9 millones) de las pérdidas netas por deterioros de activos, que engloba la mayor parte de los antiguos saneamientos e insolvencias, por el crecimiento de los activos dudosos.
Por su parte, el epígrafe de otras pérdidas y ganancias aumentaron el 84,8% y aportaron al resultado 1.067,8 millones de euros, insuficientes para evitar el retroceso del beneficio bruto hasta los 6.359,8 millones, un 5% menos que el mismo período de 2007.
En cuanto a la evolución del balance, los activos totales medios de las cajas en el primer semestre se incrementaron el 12,1% y se situaron en 1,24 billones de euros. Así, el índice de eficiencia de las cajas se situó en el 47,7 por ciento.