
Bankia ha conseguido reducir más de lo previsto el número de sociedades en las que participa con el objetivo de limpiar su balance y mejorar la rentabilidad. La entidad ha pasado de tener una cartera industrial formada por 400 filiales a sólo 72 en tres años.
El ajuste formaba parte del plan pactado con Bruselas y del proyecto 2012-2015 elaborado por el grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri, pero ha sido más intenso de lo previsto. Esta aceleración le ha permitido cosechar más ingresos de los estimados y lograr unas plusvalías superiores a los 1.000 millones. Se había fijado como objetivo ingresar 4.000 millones con la venta de participadas en el trienio. Finalmente, la cuantía ronda los 5.200 millones.
La gran parte de la limpieza la realizó en los primeros dos ejercicios, tras la nacionalización, aunque el año pasado materializó una serie de enajenaciones con las que ganó 275 millones.
En concreto, se deshizo de una veintena de firmas, entre las que destaca el estadounidense City National Bank of Florida y el 25% de Realia. En la lista de desinversiones aparecen también relevantes sociedades, como Aliancia Zero o Concessia, empresas creadas en el pasado por una serie de antiguas cajas de ahorros para depositar inmuebles e impulsar el sector de las infraestructuras, respectivamente.
Corporación Habana
Bankia, tras este esfuerzo, prosigue con el proceso de limpieza. En la actualidad ultima la venta del 60% de la Corporación Financiera Habana de Cuba, por la que se ha interesado la entidad española Abanca. La operación está pendiente de la aprobación por parte de las autoridades de la isla del Caribe.
Además, tiene disponibles para una futura desinversión varias participaciones por un importe global de 216 millones de euros, entre las que se encuentran el 95% de Naviocas, una firma heredada de la antigua Caja Segovia.
El grupo nacionalizado ha podido lograr importantes plusvalías por la venta de su cartera industrial gracias a que en 2012 realizó 3.000 millones para ajustar las valoraciones de las participaciones a precio de mercado. Estas dotaciones fueron posible por las ayudas de 18.000 millones percibidas de Bruselas para sanearse. En concreto, destinó fondos para depreciar 200 sociedades en las que estaba presente en el capital.
La salida de participaciones industriales del balance ha contribuido a la consecución del proyecto de reducción de activos no estratégicos en más de 50.000 millones de euros en tres años. La entidad, finalmente, ha rebajado estos activos en 61.400 millones.