
El Banco Popular ha emitido hoy 1.250 millones de euros en cédulas hipotecarias a cinco años con un interés anual del 0,75 %, el coste más bajo de su historia en una colocación de deuda a este plazo, gracias a la demanda de los inversores, en su mayoría extranjeros.
La operación se cerró con un diferencial de 37 puntos básicos sobre el midswap, el índice de referencia de las emisiones a tipo fijo a largo plazo, para dar un cupón del 0,75 % y una rentabilidad para el inversor del 0,848 %.
El precio pagado hoy está muy lejos del 1,08 % que el Popular consiguió en marzo de 2015, en su última emisión de cédulas hipotecarias, entonces de 1.000 millones a un plazo de diez años, según la información consultada por Efe.
La demanda de hoy, muy diversificada, superó con creces los 1.250 millones finalmente emitidos gracias al apetito de los inversores internacionales, que permitió abaratar la operación.
El Popular ha aprovechado el buen momento que viven los mercados de deuda tras la crisis griega para apelar a los inversores, el mismo día en el que el España ha captado más de 4.186 millones en letras a 3 y 9 meses, consiguiendo que los inversores vuelvan a pagar por adquirir las primeras, cuya rentabilidad es negativa.
Las entidades encargadas de colocar las cédulas hipotecarias de Popular han sido BNP Paribas, Citi, HSBC, Nomura y el propio grupo presidido por Ángel Ron.
En 2015, el Popular ha realizado, además de esta emisión y la de cédulas a diez años de marzo, otra de deuda sénior -que tiene como única garantía al banco- entre un 74 % de inversores internacionales por importe de 500 millones de euros y una de 750 millones de euros en cocos.
El Popular considera que el único respaldo para acceder a los mercados de capitales viene determinado por el conocimiento que los inversores institucionales tienen de su modelo de negocio, de su capacidad de generar beneficios a medio y largo plazo y de su solvencia.