Banca y finanzas

El Fondo de Garantía sube un 25% las pérdidas en CAM hasta 4.500 millones

El Estado y el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) tardará tiempo en conocer la cifra global de las pérdidas que ha ocasionado la reestructuración y saneamiento del sector financiero español. Ambos organismos tratan de recuperar el máximo posible y minimizar el impacto, pero no siempre es factible. Así, mientras el valor de algunas entidades empieza a elevarse, otras todavía necesitarán años para limpiar su balance.

Las cuentas correspondientes a 2014, publicadas ayer por ambas instituciones, reflejan estas diferencias. La CAM, adjudicada al Sabadell, obligó el ejercicio pasado al FGD a elevar las provisiones para cubrir el esquema de protección de activos (EPA) en un 25%, hasta los 4.451 millones. El Sabadell, que prevé empezar a utilizar este sistema, se garantizó que el FGD asumiera quebrantos en la cartera crediticia de la CAM por un importe máximo de 16.628 millones hasta 2021 una vez agotada la hucha de dotaciones que tenía la entidad alicantina. Todos los años, el fondo de garantía actualiza las pérdidas esperadas.

La misma fórmula se eligió para la adjudicación de Unnim a BBVA. El agujero que se prevé en este caso, por parte del FGD, también ha ascendido en doce meses. En concreto, las provisiones que ha realizado el fondo de garantía se han incrementado en un 23%, hasta los 1.488 millones. En este caso, BBVA se ha asegurado que la institución, propiedad del sector, abone pérdidas de Unnim por un máximo de 4.823 millones.

Cada vez más pérdidas

Las peores perspectivas sobre CAM y Unnim han influido en la cuenta de resultados del FGD, que cerró 2014 con unas pérdidas operativas de 274,4 millones. El ejercicio pasado, también tuvo que anotarse un deterioro adicional de 677 millones por su participación en Catalunya Banc, grupo que fue vendido a BBVA el pasado abril. Tras este ajuste, el FGD ha recuperado tan sólo 133 millones de los 1.001 millones de euros invertidos en la entidad catalana.

El fondo de rescate público, Frob, se ha visto obligado también a asumir unas pérdidas extra por la adjudicación de Catalunya Banc. Las cuentas del pasado año reflejan un aumento del quebranto ya registrado de 1.076 millones.

El organismo que ahora dirige Jaime Ponce se vio afectado, por otro lado, por las garantías que ha aportado en distintas ventas de entidades nacionalizadas o aquellas que han recibido ayudas públicas, como Novagalicia, Banco Gallego, Banco Valencia y Ceiss. En 2014, el Frob tuvo que llevar a cabo provisiones de 935 millones para poder cubrir estos riesgos. Pero también se vio obligado a deteriorar la valoración de su participación del 45% que tiene en la Sareb en un 23,1%, hasta los 415 millones por las menores expectativas de generación de flujo de ingresos. El banco malo afronta exigencias mayores a las esperadas por sus activos inmobiliarios.

El Frob, sin embargo, ha aumentado tanto el valor de BFA-Bankia como de BMN y ha compensado el agujero del año pasado. El fondo de rescate perdió 861 millones, tres veces menos que los sufridos en 2013.

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