Banca y finanzas

Las contraindicaciones del programa de estímulo del BCE: ganadores y perdedores

  • "Los sujetos claramente beneficiados por ese chute de liquidez son los bancos"
  • "Los perjudicados son los tenedores de moneda y los contribuyentes"

El banco central comenzará las adquisiciones de su nuevo programa de compras en marzo de este año y terminará en septiembre de 2016, por lo que el programa alcanzará un total de 1,14 billones de euros. Con este programa el BCE busca como fin últimos la estabilidad de precio de forma oficial y el crecimiento económico de forma extraoficial. ¿Y si el resultado de este nuevo programa resulta ser el contrario del esperado?

Por ahora, el optimismo se ha extendido en los mercados y en varios organismos e instituciones tras la publicación de las nuevas medidas que va a poner en marcha la institución europea. Pero son varios los expertos que opinan que las políticas expansivas de los bancos centrales sólo sirven en el corto plazo o incluso son nocivas para la economía.

La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) considera que una prolongada política monetaria expansiva puede retrasar las necesarias medidas de saneamiento de los balances y de reformas económicas, agudizar los riesgos y vulnerabilidades financieras y tener repercusiones globales al contribuir a la acumulación de desequilibrios.

La opinión dominante es que la política monetaria no es la más apropiada para resolver problemas estructurales. La acomodación monetaria puede ayudar a ganar tiempo para acometer el necesario saneamiento de balances y reformas estructurales, pero no puede considerarse como sustituto de esas medidas.

Ganadores y perdedores

El director del Instituto Juan de Mariana, Juan Ramón Rallo, explica en su blog personal que "las flexibilizaciones cuantitativas son un chute de liquidez que el banco central introduce dentro del sistema bancario", un 'manguerazo' de liquidez que además beneficia a unos agentes y perjudica a otros.

"Los sujetos claramente beneficiados por ese chute de liquidez son los propios bancos, las Administraciones Públicas, los antiguos inversores en activos financieros, los exportadores nacionales y acaso los deudores marginalmente menos solventes", explica Rallo.

Por otro lado, "los perjudicados son los tenedores de moneda, los contribuyentes, los nuevos ahorradores, los importadores nacionales y acaso los deudores marginalmente más solventes".

Como conclusión, el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos señala que "se premia la deuda y el riesgo; se castiga el ahorro y la seguridad: la recuperación no busca asentar sobre nuevas y buenas oportunidades de negocio, sino sobre viejas y malas prácticas arriesgadas. Lejos de impulsar el reajuste sano de la economía basándolo en libertad de mercado y ahorro interno, se intenta exprimir todo el potencial de un sistema fallido huyendo hacia delante".

Inflación en los activos financieros

El economista y vicepresidente Senior de PIMCO, Daniel Lacalle, cree que con estas inyecciones masivas de liquidez y compras de títulos "se está creando una monstruosa inflación de activos financieros, con las bolsas subiendo y los bonos de lato riesgo dando la rentabilidad más baja de los últimos 30 años".

Lacalle pone como ejemplo a Japón: "Ha sido el paradigma de la ineficacia de los estímulos monetarias. Estaba destinado a fracasar, al no llevar a cabo las reformas estructurales necesarias, atacar la sobrecapacidad, las rigideces y los llamados 'intereses especiales' para sólo cubrir la economía de dinero salido de la nada".

"Sostener al endeudado e ineficiente a costa del ahorrador y eficiente... Hemos convertido el sistema financiero en un yonqui de las políticas expansivas y eso no puede terminar bien", sostiene Daniel Lacalle.

Con los tipos en mínimos y las grandes inyecciones de liquidez se está financiando a agentes económicos ineficientes, que sino fuera por estas medidas excepcionales habrían quebrado. Mientras que los que agentes que si fueron eficientes y supieron ser austeros e invertir con eficacia durante la etapa expansiva ven que les ha servido de poco.

Otro riesgo de implementar estas políticas expansivas puede convertirse en un peligro real en el futuro. ¿Qué ocurrirá si todas estas inyecciones de liquidez terminan llegado a la economía real en algún momento? La inflación puede llegar a ser mucho más alta de la que consideran aceptables los bancos centrales. Las instituciones monetarias deberán estar alerta para implementar políticas monetarias contractivas si esos miles de millones llegan algún día a la economía real.

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