
Una vez que lo peor de la crisis parece quedar atrás y el negocio bancario comienza a estabilizarse, aunque tardará en crecer y rentar, los sindicatos se preparan para luchar por la recuperación del poder adquisitivo e ir atajando el "abuso" de las horas extras no retribuidas, según coinciden en varias centrales sindicales del sector financiero.
El proceso de negociación de los convenios que regirán las relacionales laborales a partir de 2015 acaba de arrancar. El próximo miércoles los 87.410 empleados de antiguas cajas de ahorros eligen a sus 1.945 delegados sindicales (excluidas las entidades absorbidas por bancos como CAM y Unnim, y las plantillas de Ibercaja y de Ceiss, que celebrarán sus comicios en enero y febrero).
En bancos, sus hoy 106.969 empleados designarán a 2.304 delegados en febrero. Las formaciones de ámbito nacional que aúnen un 10% mínimo de apoyos y aquellas otras regionales, con al menos el 15% de representatividad a nivel de comunidad autónoma, se sentarán en las mesas de negociación con la patronal de relacionales laborales de las cajas, Acarl, y la de los bancos, AEB.
Convenio colectivo
A pesar de la conversión obligatoria en bancos de las cajas, los sindicatos han logrado evitar que los convenios se fusionen en uno y aspiran a sellar un pacto con vigencia para cuatro años como suele ser tradicional. La razón es el mejor acuerdo del sector de ahorros, donde la carrera profesional se encuentra "perfectamente regulada", además de tener retribuciones y una jornada algo más favorable (1.680 horas anuales frente a las 1.700 en banca).

Las cartas puestas sobre la mesa para acudir a las elecciones de las cajas son bastante coincidentes entre los sindicatos: ponen el acento en horarios, retribuciones, carrera profesional, igualdad de oportunidades y conciliación de la vida laboral y familiar, si bien su prioridad aplastante es "conservar el empleo" y evitar otras salidas involuntarias a través de nuevos ERE's.
La crisis y los rescates de cajas han dinamitado las atractivas condiciones laborales que antaño hacían de este sector un sitio apetecible donde trabajar. Para defender los puestos de trabajo los sindicatos firmaron sacrificios en salarios y jornadas, sobre los que denuncian que se ha abusado. "No vamos a consentir barbaridades. No vamos a apoyar ni amparar que se sigan destruyendo puestos de trabajo, cuando lo que hay es una demanda real como evidencian las prolongaciones de jornada", subrayan desde CIC.
Entre 2008 y 2013 se han perdido 57.857 puestos de trabajo entre bancos y cajas o el 21,36% de las plantillas existentes, concentrándose el grueso del ajuste en las cajas auxiliadas. Para salvar empleos, muchas entidades pactaron jornadas flexibles y horarios por la tarde. Un estudio de UGT cifró, sin embargo, recientemente en entre 10.200 y 14.600 el déficit de empleados en las plantillas, cuyos puestos se cubriría sobrecargando al resto con trabajos en horas que superan el convenio, al haberse excedido en los despidos. "Queremos que se ponga coto a las prolongaciones de jornada. Quieren introducir la jornada flexible, pero acomodar los horarios, si no llevas un control, al final estiras y estiras, y se convierten en una jornada chicle", denuncian en CGT. El establecimiento de sistemas de controles de asistencia es una reivindicación casi generalizada.
Otra preocupación son los ajustes retributivos. El último convenio de cajas congeló los salarios en 2011 y 2012, y vinculó una subida potencial en 2013 y 2014 a una expansión del PIB que no se ha producido. Es, al menos, una pérdida del 5,5% de la masa salarial, rubricada para evitar también mayores despidos en pleno salvamento de las cajas. "Trataremos de recuperar el poder adquisitivo, que en el mejor de los casos se ha quedado congelado, cuando no se ha disminuído por la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (Ere)", indican fuentes de Fes-UGT.
La mayoría de los sindicatos aboga por volver a referenciar los sueldos al coste de la vida (IPC). En la banca se utilizó el Ebitda, un parámetro para la subida salarial susceptible de influir en la negociación de la CEOE e irrumpir en el debate de convenio de cajas. "Hay que mejorar la carrera profesional. La plantilla ha demostrado que, gracias a su esfuerzo, las entidades siguen hacia arriba. Hay que dar a la gente expectativas de promoción y que, en salarios, tengan su recompensa", apuntan en Comfia CCOO.