Los bancos más grandes del mundo deberían tener un 'colchón' los suficientemente grande con el fin de evitar que los Gobiernos tengan que rescatar a las entidades financieras. Esta ha sido la propuesta del Consejo de Estabilidad Financiera.
El proyecto es la última pieza importante de la reforma bancaria presentada por los líderes mundiales. Una reforma que comenzó tras el estallido de la crisis financiera, que obligó a varios países a rescatar a algunas de sus entidades. Algunos bancos de gran tamaño, considerados sistémicos, no tuvieron capital para cubrir las pérdidas provocadas por la pérdida de valor de sus activos. Los gobiernos y el contribuyente tuvieron que evitar la quiebra de estas entidades.
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), compuesto por los reguladores del Grupo de las 20 principales economías del mundo (G20), ha señalado que bancos como Goldman Sachs y HSBC deberían tener un fondo conseguido a través de la emisión de bonos, o un capital equivalente al 16 a 20% de sus activos ponderados por riesgo a partir de enero de 2019. La propuesta será respaldada por los líderes del G-2O a finales de esta semana en Australia.
Podría llegar a finales de 2015
El presidente del FSB y gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha explicado que el fondo podría estar finalizado el próximo año, marcando un hito en los intentos para poner fin a los rescates de bancos demasiados grandes.
La nueva norma sería aplicada a 30 bancos que se consideran de importancia sistémica (su quiebra podría producir un enorme daño en el sistema financiero) a nivel mundial. Dentro de esta lista de bancos no estará los más importantes de los países emergentes, que quedan exentos de cumplir la nueva norma.
"Una vez implementados, estos acuerdos tendrán un papel importante para permitir que los bancos sistémicos a nivel mundial resuelvan sus problemas sin recurrir a la subvención pública y sin interrumpir el sistema financiero más amplio", dijo Carney en un comunicado.
La mayoría de los bancos tendrían que ampliar su emisión de deuda para cumplir con la iniciativa, dijo el FSB. Los bonos que emitan podría ser convertible en acciones para se facilite la opción de un 'bail in', un rescate interno por parte de los acreedores de las entidades financieras, intentando mantener al margen a los depositantes.
Si finalmente se terminan aprobando estas propuestas, se podría acabar el dilema de la actual crisis con los bancos sistémicos o demasiado grandes para dejar que quiebren. Este fondo o 'colchón' dejaría al margen a los gobiernos y a los contribuyentes, que no tendrían que intervenir en casa de que se vuelva a producir un escenarios severamente adverso.
"Una vez puesto en marcha, los acuerdos jugarán un papel clave al permitir que los bancos sistémicos a nivel global puedan operar sin recursos públicos y sin generar tensiones sobre el conjunto del sistema financiero", ha indicado el presidente del FSB y gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.