
"No hay que nada que ocultar". Así de contundente se mostró Jesús Castrillo, abogado de Ildefonso Sánchez Barcoj, considerado el cerebro de las tarjetas opacas en Caja Madrid, al termino de la declaración de éste como imputado. Sánchez Barcoj contestó a las preguntas del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, y de la fiscalía, además de las realizadas por su propia defensa, defendiendo que el sistema opaco estaba creado "mucho antes de que él llegara ni siquiera a trabajar a Madrid".
Castrillo explicó que la supuesta trama pasaba por las manos del secretario del consejo, que en la última etapa era Enrique de la Torre. "Miren los viajes que se pagaron, todo eran gastos de trabajo", aseguró el abogado de forma tranquila a las decenas de periodistas que se agolpan a la salida de la sala de la Audiencia Nacional, donde con cara compungida, acaba de entrar a declarar el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa.
Barcoj estaba citado a las 15:00 horas y ha estado declarando alrededor de una hora y diez minutos. En la calle continua, mientras tanto, la protesta de alrededor de un centenar de preferentistas, que esperan a Rodrigo Rato, el último llamado a declarar.
Blesa, aún en la Audiencia
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa llegó con dos horas de antelación con traje de color azul oscuro a bordo de un Nissan Juke de color gris y en compañía de su abogado, Carlos Aguilar, y estuvo con el juez Andreu hasta pasadas las cinco de la tarde. A diferencia de Barcoj que se marchó al término de su declaración, Blesa sigue dentro de la Audiencia Nacional.
El juez le ha mandado permanecer en las dependencias a la espera de tomar la declaración de Rodrigo Rato que ha entrado pasadas las cinco de la tarde.
Su entrada en la calle Prim de Madrid ha pasado casi desapercibida para las varias decenas de preferentistas que se han congregado en las inmediaciones de la Audiencia Nacional para reclamar el dinero que invirtieron en este producto financiero. Los manifestantes han gritado consignas como "¿Qué justicia es esa, liberar a Blesa?", "Tenemos la solución, banqueros a prisión", "Así está España con tanta alimaña", "Sí podemos en las urnas" y "Fuera la casta".
Gastaron 15,5 millones de euros
El juez Andreu, que investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia, realizará estos interrogatorios en el marco de una pieza separada en la que persigue la utilización de estas tarjetas, a las que los consejeros de Caja Madrid y Bankia cargaron gastos personales por valor de 15,5 millones de euros entre los años 1999 y 2012.
Según fuentes jurídicas, el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón no tiene previsto solicitar medidas cautelares contra los tres imputados y orientará los interrogatorios a tratar de conocer el soporte contractual que tenían las 'tarjetas B' y a averiguar quién diseñó este sistema de pago y quién lo supervisaba.
El representante del Ministerio Público, que sostiene que esta práctica podría constituir indiciariamente un delito de apropiación indebida y otro de administración desleal, también preguntará si Caja Madrid y Bankia hacían las retenciones correspondientes a los usuarios de las tarjetas y si el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) conocían su funcionamiento.
El primero en declarar: Sánchez Barcoj
El juez Andreu, que no ha especificado los delitos que podrían atribuirse indiciariamente a los tres imputados por estos hechos, escuchó en primer lugar a Ildefonso Sánchez Barcoj, supuesto creador del sistema de tarjetas opacas, según Bankia. Barcoj ha depositado en el juzgado un cheque por el valor total de lo que gastó a cargo de la tarjeta opaca de Caja Madrid (484.200 euros), para paliar "cualquier daño" que su actuación hubiera podido causar a la entidad.
Sánchez Barcoj cargó a su 'tarjeta B' de Caja Madrid un total de 484.200 euros, que consignó el pasado día 10 al remitir un cheque a la Audiencia Nacional por este importe, y otros 90.879 euros que reintegró en julio a Bankia. Entre sus gastos se encuentran salidas de efectivo por valor de 135.000 euros y un viaje en las navidades de 2009 que ascendió a 16.921 euros.
El exdirector general sostuvo en un escrito remitido al juzgado que las tarjetas constituían una "asignación retributiva complementaria" que suponía "un aumento muy poco significativo" en relación con su sueldo y que estaban sustentadas por su "relación contractual" con la entidad. El imputado también argumenta que él no era responsable de las retenciones que deberían haberse practicado por estos gastos.
Miguel Blesa y Rodrigo Rato
Después compareció Miguel Blesa, que gastó 436.700 euros con cargo a su 'tarjeta B' de Caja Madrid. En concreto, entre 2003 y 2010 sacó del cajero un total de 86.195 euros en efectivo y llegó a cargar 9.000 euros en un solo día en el Hotel Ritz de Madrid. También utilizó su 'plástico B' para abonar un viaje por valor de 12.597,27 euros, joyas de lujo por un importe superior a los 6.000 ó 1.000 más en la compra en una zapatería.
El último en declarar ha sido el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, que cargó 44.200 euros a Caja Madrid y 54.837 euros a Bankia, importe éste último que reingresó a la entidad. El que fuera máximo directivo de Bankia sacó un total de 16.300 euros del cajero durante los tres últimos meses que permaneció al frente de la entidad; y en febrero de 2011, coincidiendo con la fusión de la entidad y el nombramiento de sus directivos, gastó 1.849,23 euros en cuatro noches consecutivas con la referencia 'clubs, salas de fiestas, pubs, discotecas y bares'.
El gasto más alto lo cargó el 27 de marzo de 2011, cuando destinó 3.547,19 euros a la compra de bebidas alcohólicas. También cargó el 11 de diciembre de 2010 un total de 2.439 euros en la tienda de antigüedades y objetos de arte Santarrufina, en el centro de Madrid.
Denuncia del FROB
El escándalo fue conocido después de que Bankia trasladara a su principal accionista, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un informe y un CD con el detalle de movimientos bancarios que este organismo trasladó a la Fiscalía Anticorrupción.
El fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, judicializó el asunto el pasado 24 de septiembre al trasladar a la Audiencia Nacional las diligencias que había abierto a comienzos de mes por posibles delito societario de administración desleal y apropiación indebida.
El juez Fernando Andreu, que asumió estos hechos al instruir el 'caso Bankia', preguntó al Banco de España si conocía la existencia de estas tarjetas y le pidió que, en el marco del informe pericial que está realizando sobre las prácticas en la entidad, analice si su uso puede constituir un delito de administración desleal.