Banca y finanzas

Bankia contrata a Deloitte para auditar varios fondos pese a la multa del ICAC

  • La ICAC impuso una multa a la auditora de 12,3 millones de euros

Parece que la tormenta sigue sin "mojar" a Deloitte y Bankia sigue confiando en esta firma de servicios profesionales para auditar las cuentas de algunas de sus filiales, concretamente, de los fondos de pensiones. Tal y como publicó ayer el Boletín Oficial del Registro Mercantil Español (Borme), la entidad bancaria ha confiado a la firma la realización de las auditorías de cuentas de varias sociedades bajo la denominación común de Bankia Pensiones.

Las fuentes consultadas por este periódico confirmaron a elEconomista que, pese a que estos fondos son propiedad de los inversores y que no se consolidan dentro de las cuentas de la compañía, el nombramiento del auditor es decisión de la comisión de control de cada uno de los fondos (formada por la entidad y los representantes de los mismos). Esta decisión vendría justificada por el vencimiento de los contratos anteriores y Deloitte fue la que ofreció un mejor precio.

La auditora fue el responsable de revisar las cuentas de la entidad durante más de diez años hasta el pasado ejercicio, cuando EY (la antigua Ernst & Young) asumió la auditoría de cuentas del grupo consolidado. Según este contrato, EY auditará las cuentas hasta el ejercicio de 2015 con posibilidad de ser prorrogable en un futuro. Las fuentes consultadas comentaron a este diario que la auditoría de cuentas de los fondos de pensiones "es algo muy sencillo", insistiendo en que "lo complicado es auditar el grupo consolidado".

En el sector llama, sin embargo, mucho la atención que esta entidad bancaria siga confiando en Deloitte tras la sanción de 12,3 millones impuesta por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) -organismo dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad- por la auditoría de cuentas realizada en el proceso de integración de las distintas cajas y en la salida a bolsa de esta entidad bancaria.

En primer lugar, y tal y como adelantó elEconomista la semana pasada, en el informe remitido a la Audiencia Nacional, el ICAC acusó a la compañía de que las conclusiones sobre el control interno del grupo auditado "eran contradictorias entre sí". Por un lado, Deloitte habría considerado que "no hay confianza y el riesgo es significativo" para "terminar dándoles el OK".

Consultoría y auditoría

Además, es llamativo que, según el informe, los mismos equipos que realizaron el asesoramiento y elaboraron las cuentas fueron los que luego las auditaron. "Los equipos de trabajo, asignados a estos servicios, están constituidos por personas físicas, socios y gerentes, pertenecientes a la sociedad de auditoría, coincidentes en muchos de los casos con los que tienen responsabilidades atribuidas en la realización de los trabajos de auditoría objeto de este expediente", dice el ICAC.

En el caso de la salida a bolsa de la compañía, el organismo denunció en su informe que la auditora había reflejado en documentos internos "la agravación del riesgo" en la OPV y no hizo nada al respecto. Concretamente, Deloitte habría detectado "la existencia de un riesgo inadecuado de registro contable y de error en la información de las transacciones entre BFA y Bankia", pero la firma de servicios profesionales pasó de largo y no presentó ninguna salvedad.

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