Los severos ajustes derivados de las fusiones y rescates de antiguas cajas, y el foco en ahorrar costes impuesto por la crisis para mejorar la menguada rentabilidad se ha cobrado 63.500 puestos de trabajo en el sector financiero en cinco años. El impacto, estimado por la federación de servicios de UGT (Fes-UGT) para el periodo entre 2008 y junio pasado, supone sacrificar casi un 24% de los 270.855 empleos máximos existentes antes de estallar la crisis.
Tan solo en el primer semestre de este año se han perdido 6.678 puestos de trabajo en una veintena de entidades, estima Fes-UGT, que cifra el mayor impacto en el Santander (2.063 extinciones netas de empleo), seguido por Sabadell (1.537), CatalunyaCaixa (752), BBVA (526) y CaixaBank (533).
"La expectativa es que esto no ha acabado", subrayó ayer el secretario general de Fes-UGT, José Miguel Villa, junto al responsable del sector financiero, Sebastián Moreno, el alusión a una potencial vuelta de tuerca en las integraciones y planes de ajustes inconclusos en bancos. "Pero la carga de trabajo sigue estando porque los clientes no han desaparecido en el aire", subrayaron.
El drástico adelgazamiento de la red ha disparado la carga de trabajo individual y "tres cuartas partes" de la plantilla prolongan su jornada, "pese a que casi el 90% del horario está regulado", denunció Villa. Son parte de las conclusiones de una encuesta elaborada por el sindicato sobre condiciones laborales entre 9.476 empleados de 28 entidades.
Las horas prolongadas no declaradas tendrían una equivalencia a 25.249 empleos, si bien Fes-UGT limita el déficit real a 10.200 y 14.600 porque, según los encuestados, muchas horas no obedecen a una necesidad real de trabajo sino que derivan de la disponibilidad exigida por la dirección. La federación de servicios de CCOO elevó a su vez el déficit a 33.000 empleos y denunció que el sector financiero es responsable de "más de 57 millones de horas ilegales", sin pagar a plantilla ni tributar por ellas a Seguridad Social y al Fisco.
Fes-UGT ha interpuesto unas 190 denuncias a inspección de trabajo por esta práctica y será una de sus principales campos de batalla en las negociación del convenio colectivo de banca y antiguas cajas que se abren en breve.