
El Estado va a reducir su participación en las nacionalizadas Novagalicia y CatalunyaBanc, una vez se efectúe el canje de las preferentes por acciones y la compra de estos instrumentos a particulares por parte del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). En la actualidad, el Frob posee la totalidad del capital de ambas. Pero la conversión diluirá su peso en hasta casi un 40%, algo superior a las previsiones que manejaba el organismo que dirige Antonio Carrascosa.
En el caso de Novagalicia, la dilución máxima será del 39,3%, que pasará a manos del FGD en su mayoría (es decir, la banca) y a inversores institucionales, por lo que el Frob pasaría a rebajar su participación hasta el 60,7%. La merma de su control en CatalunyaBanc será algo menor, de hasta el 35,64%, con lo que Estado tendrá en su poder el 64,36%. Los porcentajes dependerán, aún así, de cómo se realicen las conversiones de subordinadas con vencimiento, cuyos tenedores tendrán que elegir entre recibir acciones o un depósito. Todo apunta a que éstos decidirán la primera opción, ya que las quitas son muy inferiores y tienen la posibilidad de recuperar parte del dinero con la venta de los títulos al FGD.
Los descuentos que aplicarán ambas entidades para recapitalizarse alcanzarán, según el informe de gestión de híbridos, hasta un 68%, aunque las medias ponderadas se sitúan algo superiores al 40%.
La participación del Frob tanto en Novagalicia como en CatalunyaBanc todavía no está cerrada del todo. Existe una posibilidad de que el Estado tenga que inyectar más dinero este año a ambas. Las dos entidades reconocen públicamente, por primera vez, que podrían reclamar más recursos públicos. El grupo gallego ha percibido casi 9.000 millones en varios tramos, mientras que el catalán, más de 12.000 millones.
¿Por qué podrían tener más necesidades de capital? Varias son las incertidumbres y los riesgos. Uno de ellos y el principal es el proceso arbitral puesto en marcha y que culmina a mediados de julio, por el que los inversores de preferentes y subordinadas recuperan todos sus ahorros y, por tanto, merma la solvencia de ambas al tener que devolver dinero.
El Gobierno ya había admitido que a finales de año algunas entidades podrían tener que ser recapitalizadas de nuevo, aunque de momento no reconoce que España vaya a pedir más recursos a Europa ni que tampoco se vaya a solicitar una prórroga del rescate bancario a Bruselas, por el que nuestro país dispone de hasta 59.000 millones adicionales de la línea de hasta 100.000 millones concedida en julio del ejercicio pasado.
En el caso de Novagalicia el riesgo máximo que asume por los arbitrajes es de 1.416 millones, que son las peticiones recibidas para acudir a este proceso. De momento se han aceptado expedientes por casi 400 millones, de los que 316 ya han sido favorables a clientes, Este es el coste actual de la factura, que podría crecer en las próximos meses. En CatalunyaBanc la factura es menor. De momento, de 106 millones de una exposición tope de 770 millones.