
El Royal Bank of Scotland (RBS) fue multado hoy por la Autoridad británica de servicios financieros (FSA) con 5,6 millones de libras (6,75 millones de euros) por no haber aplicado los controles necesarios para evitar el lavado de dinero por parte de individuos u organizaciones terroristas.
La FSA dijo que ni el banco parcialmente nacionalizado ni sus entidades NatWest, Ulster bank y Coutt habían comprobado, entre los meses de diciembre de 2007 y 2008, que sus clientes no estuvieran en la lista oficial de sospechosos de terrorismo sobre los que pesa una orden de congelación de activos en el Reino Unido.
La vulneración de esa normativa sobre lavado de dinero conlleva un riesgo "inaceptable" de que el banco hubiera podido efectuar transacciones ilícitas, apuntó la FSA.
"La implicación de las instituciones financieras británicas en la provisión de fondos, recursos económicos o servicios financieros a personas designadas en la lista de sanciones socava la integridad del sector de servicios financieros de este país", declaró la directora de la sección de delitos financieros, Margaret Cole.
"Al no escrutinizar a sus clientes y los pagos en base a la lista de sanciones del ministerio de Economía, el RBS se expuso al riesgo de facilitar la financiación terrorista", concluyó.