Banca y finanzas

Las aseguradoras españolas invierten el doble en renta fija que sus homónimas europeas

  • Son las segundas más conservadoras de todo el continente debido al escaso desarrollo de los 'unit-linked'

Las aseguradoras españolas son las segundas más conservadoras de toda Europa en su cartera de inversión tan solo por detrás de Rumanía. Así lo refleja el último informe de la consultora Icea al que ha podido tener acceso este medio. Según datos de finales de 2024, las compañías nacionales invierten un 67,7% de su cartera total en renta fija, siendo un 47,7% únicamente deuda pública y el 20% restante bonos corporativos. Las aseguradoras rumanas invierten la gran mayoría del capital en deuda pública (66,5%) mientras que la deuda de organizaciones apenas es el 4,1%, por lo que siete de cada diez euros va destinado a la renta fija en su caso.

Estos datos tienen una gran disparidad con respecto a la media europea. Si se tiene en cuenta a aquellas aseguradoras cuyo país de operación es el euro (UEM), entre deuda pública y corporativa apenas ocupa el 38% de las inversiones. En todos los países de la Unión Europea, la cantidad destinada a estos conceptos desciende un punto, hasta el 37,2%.

El gran diferencial entre las españolas y el resto de europeas está principalmente en los bonos estatales. De los 216.715 millones de euros que las aseguradoras destinaron a la renta fija, 152.669 millones fueron a parar a estos productos. A su vez, las entidades son unas de las grandes financiadoras del Estado, puesto que el 74,6% de la deuda pública es española, y prácticamente nueve de cada diez euros de este concepto no salen de la Eurozona.

Esta apuesta por las opciones más conservadoras no es casualidad. Y es que dentro del global de la cartera de inversión de las compañías, en España el negocio tradicional ocupa el 86,6% y el 13,4% restante es de tomadores que asumen el riesgo. Comparado con la UE, el negocio de riesgo tomador aumenta hasta el 25,8%.

El negocio tradicional está básicamente compuesto de los ingresos de las compañías por productos como el seguro de automóviles, hogar, salud, vida riesgo e incluso los de vida ahorro con una rentabilidad garantizada. En otras palabras, este tipo de riesgo es el que la aseguradora refleja en su balance, mientras que cuando el negocio es el riesgo tomador, es el propio cliente que, a partir de un producto de ahorro con un mínimo de riesgo, asume las consecuencias de la inversión.

Dentro de este último negocio entran productos como los PIAS, SIALP o los famosos unit-linked, que están destinados normalmente a largo plazo y ofrecen rentabilidades mayores, pero entrañan a su vez un mayor riesgo. Las aseguradoras nacionales están empezando a comercializar este tipo de productos ante la bajada de tipos para poder ofrecer rentabilidades que sigan siendo atractivas, pero el desarrollo en el resto de Europa es mucho mayor, así como la penetración por lo general de los seguros de vida, lo que hace que las rentas variables y las Instituciones de Inversión Colectivas (IIC) supongan casi el 50% de la cartera, mientras en España no alcanza el 20%.

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