
La Semana Santa ya está aquí, y con ella proceden a salir a las calles en prácticamente todos los municipios de España las procesiones. Esta es una de las costumbres más arraigadas en nuestro país, aunque las fechas de esta festividad siempre traen de cabeza a hermandades y cofradías, ya que la lluvia es un fenómeno que suele acompañar a los pasos.
Las precipitaciones suelen ser siempre uno de los principales problemas para que las procesiones salgan a las calles, ya que previamente se ha hecho una inversión de miles de euros por parte de estas asociaciones religiosas que quedaría en nada. Por ello, muchas de las organizaciones buscan proteger este gasto mediante un seguro "antilluvias" que les haga un reembolso de los gastos fijos no recuperables.
Mapfre es una de las aseguradoras que cada año se suele lanzar a este mercado, sobre todo en terreno andaluz, donde los pasos son más turísticos y relevantes a nivel nacional e internacional. Sin embargo, el seguro contra la lluvia "no es tan frecuente entre las hermandades y las cofradías", afirma Javier Montero, director comercial de Umas.
Esta es una mutua de seguros fundada hace más de 40 años y destinada principalmente a entidades religiosas. Desde entonces llevan cubriendo este tipo de eventos, y explica que el gasto que supone a las asociaciones contratar este seguro es "demasiado elevado" si no se trata de cofradías grandes: "Algunas como El Rocío, Los Legionarios y similares pueden tenerlo, pero este es un seguro muy top, que incluso puede privar de beneficios a las entidades", argumenta Montero.
Amplios costes
Y es que ya de por sí, el hecho de sacar la procesión implica un gasto muy alto que varía en función del número de pasos, de la valoración del capital y el coste de la banda, entre otros. Algunas más pequeñas oscilan entre los 30.000 euros, pero otras, si se cuenta todo el proceso de preparación, puede estar entre 100.000 y 300.000 euros.
Aun así, el hecho de asegurar una procesión va más lejos de protegerse de la lluvia, ya que los seguros de cancelación de eventos son solo una pata de las posibles coberturas. Montero explica que en los últimos años ha habido un "aumento de la concienciación" por parte de las hermandades para tener cobertura en estos eventos ante posibles imprevistos.
El más común es el seguro de responsabilidad civil (RC). Este puede ir "de 200 a 600 euros", afirma Montero, y cubre los daños a terceros, tanto a personas como a inmuebles. Pero una procesión no acaba en posibles accidentes contra los demás, sino que también pueden haber daños contra los propios costaleros. En este caso, el seguro de RC no cubriría este supuesto, por lo que las entidades religiosas también hacen uso del seguro de accidentes. Según Montero, esto implica un coste de 4 euros al año, cuya prima mínima es de 95 euros. Esta cobertura no solo se contrata para la procesión, sino que va desde "el primer ensayo".
La contratación de estas garantías "está creciendo exponencialmente", certifica Montero. La preparación y la concienciación han influido, pero también el papel de los ayuntamientos, ya que muchos de ellos exigen a las hermandades y cofradías contar con al menos el seguro de RC para pasear por sus calles. Esto, sumado a la escasa siniestralidad (exceptuando la lluvia) de estos actos, ya que "la gente cada vez está más preparada", abre una vía de negocio a explorar por las aseguradoras.