Banca y finanzas

Bruselas plantea más supervisión para las agencias de rating sostenible para evitar conflictos de interés

  • Las agencias se arriesgan a multas del 10% de la facturación anual
  • Propone que la Autoridad Europea de Valores y Mercados supervise su actividad
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis
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Hace tiempo que Bruselas se planteó como objetivo llevar su estrategia verde al ámbito de las finanzas. Se trata, todavía, de un segmento falto de claridad, por ello, este martes la Comisión Europea  ha presentado una propuesta sobre finanzas sostenibles con la que plantea reforzar la supervisión de las agencias de calificación especializadas en medioambiente y prevenir los conflictos de interés, con multas de hasta el 10% de la facturación anual en caso de incumplimiento.

La propuesta del Ejecutivo comunitario plantea que la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés), autorice a las agencias de calificación medioambiental y supervise su actividad. Una medida con la que se busca asegurar la calidad y fiabilidad de los servicios para proteger a los inversores y asegurar la integridad del mercado.

La propuesta de la Comisión Europea establece, por otro lado, que las agencias tendrán que aplicar reglas claras para prevenir conflictos de interés y aumentar la integridad de las operaciones. Es en este marco que se requiere una división clara entre el rating medioambiental, social y de gobernanza, con otras actividades que pudieran suscitar conflictos de interés como consultoría, emisión de calificaciones crediticias, inversión, auditoria, banca, seguros o desarrollo de índices de referencia.

"En la actualidad, existen ineficiencias, lagunas normativas y una falta general de transparencia en el mercado de las calificaciones ESG", ha destacado el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, que ha puesto en valor, este martes en rueda de prensa, que la propuesta "asegurará la claridad y transparencia para los proveedores de rating", así como que se conozcan los pormenores de cómo se ha realizado tal calificación.

La falta de transparencia y regulación en el sector, ha explicado la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, dificulta la comparación de calificaciones entre agencias de rating. "Queremos claridad sobre lo que implican estas calificaciones o qué miden", ha incidido.

Bruselas ha planteado que las agencias de calificación utilicen metodologías rigurosas, sistemáticas, objetivas y sujetas a validación. Unas metodologías que deberán ser revisadas al menos una vez al año.

De incumplirse la normativa, las agencias de calificación medioambiental se arriesgan a que la ESMA les imponga una multa del 10% de su facturación anual o una multa diaria del 3% de su facturación al día del año anterior, durante un periodo máximo de seis meses.

La propuesta de la Comisión Europea, que aún debe ser debatida en el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo, propone que las agencias de calificación sostenible estén obligadas a proporcionar información al público sobre cuáles son sus metodologías, modelos y asunciones para elaborar la valoración de productos.

Aunque la Comisión Europea plantea excepciones para las agencias de calificación más pequeñas en términos organizativos. Por un lado, contarán con seis meses de periodo de transición desde la entrada en vigor de esta regulación. Por otro, las tasas de supervisión deben ser proporcionales al volumen de negocio anual de la agencia de calificación.

Transporte y fabricación en la taxonomía verde

En un intento por vincular la descarbonización de la economía al sector financiero, la Comisión Europea ha planteado también enmiendas a la taxonomía climática, que se encarga de clasificar lo que son inversiones verdes. A la lista de actividades que contribuyen a conseguir los objetivos medioambientales de la UE, Bruselas plantea añadir el sector del transporte y fabricación.

"Para la mitigación: los nuevos criterios incluyen algunas actividades de fabricación clave y algunas actividades transitorias en el sector del transporte, donde las soluciones de carbono cero aún no están suficientemente avanzadas", ha señalado el comisario letón.

Se ha referido, por ejemplo, al sector de la aviación y a la ambición por utilizar combustibles más sostenibles y por modernizar las flotas. El objetivo es alcanzar un 55% de uso de combustibles verdes en este sector en 2030, frente al 0% actual. Cifras ante las cuales Dombrovskis ha resaltado el espacio para aumentar su uso.

La propuesta de la Comisión Europea contempla, por otro lado, una mejora en el ámbito de las finanzas sostenibles con la inclusión en la taxonomía verde de cuatro nuevas actividades: el uso sostenible del agua y la protección de recursos marinos, la transición a una economía circular, la prevención de la contaminación y la protección y restauración de la biodiversidad.

Estos cuatro segmentos pasarán a ser incluidos entre las actividades que contribuyen a los objetivos de mitigación climática de la UE, que en el marco de la estrategia verde busca reconducir las inversiones hacia segmentos más sostenibles en términos medioambientales.

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