Las compañías aseguradoras pasan página del impacto en negocio de la pandemia. Sus ingresos por primas alcanzaron los 64.673 millones de euros el pasado ejercicio, con un aumento interanual del 4,65% que rebasa ya en un 0,8% las cifras pre-Covid. Son datos provisionales facilitados por el servicio de estudios del sector ICEA. "Hay crecimiento prácticamente en todas las áreas", detalló la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos.
La mayor contribución corresponde al seguro de salud, con un avance del 7% y aporta ya un 16,30% de la recaudación por primas; aunque el ramo de Vida se mantiene como la principal fuente de ingresos, con un 62% y que crece un 5,21% interanual. Dentro de no vida, el ramo de automóviles volvió a crecer, con una progresión del 3,31%, y suma otro 17,55%.
González de Frutos reivindicó la fortaleza de la industria para crecer en un escenario con el negocio afectado por los tipos de interés, el "error" normativo en los planes de pensiones individuales que ha hecho caer en 4.500 millones de euros las aportaciones a estos vehículos en dos años y con los márgenes bajo presión por la elevada inflación.
Contención de gastos
En autos resaltó que el negocio crece con una expansión de apenas el 1% en el parque automovilístico, alzas de siniestralidad y la fuerte competencia en el ramo, y en salud expuso que solo dos puntos del 7% de crecimiento es imputable a la inflación. Los datos ponen a su juicio de manifiesto "el esfuerzo en gestión y contención de gastos" que está realizando el sector y que, gracias a su capacidad negociadora de los servicios se traduce en un "efecto mitigador de los efectos inflacionarios".
La exposición de las cifras tiene lugar después de que González de Frutos haya comunicado a las compañías que no se presentará a la reelección en Unespa. Defendió que quien tome el relevo no tiene por qué producir alteración alguna en los mecanismos de trabajo o en los proyectos que hay sobre la mesa.
"Los retos que se va a encontrar son ni más ni menos que los del propio sector asegurador", expuso, citando entre ellos el envejecimiento de la población, la sostenibilidad y la digitalización o a más corto plazo la creación de la Autoridad de Defensa de los clientes. Juzgó que esta figura no era necesaria para un sector que recibe apenas 11.000 reclamaciones de los más de 180 millones de actuaciones que realiza al año y donde el 50% dan además la razón al sector. Alertó sobre el riesgo de que provoque un aumento de las reclamaciones porque las compañías podrían allanarse cuando la cifra en discusión no alcance los 250 euros que cobrará simplemente por admitir las quejas y que supone un 85% de los casos en el sector.