
Antonio Carrascosa (Madrid, 1958) está al frente de la nueva Cátedra EY sobre Estabilidad Financiera puesta en marcha por la Universidad de Navarra para analizar el sector financiero. Técnico comercial y economista del Estado realiza una radiografía de la industria cuando se cumplen diez años del rescate a la banca que vivió en primera línea por encontrarse al frente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Se declara partidario de ir cerrando los flecos pendientes del rescate (Sareb y Bankia) y contrario a fijar justo ahora un impuesto extraordinario a la banca.
El Banco Central Europeo (BCE) acaba de sorprender con una subida histórica de tipos, ¿qué opinión le merece el movimiento?
La medida del BCE me parece correcta. Tenía que transmitir, tras unos meses de titubeos, un mensaje de claro compromiso con el control de la inflación, su objetivo fundacional básico. Ahora, corresponde a los Gobiernos europeos complementar el esfuerzo del BCE con medidas clave, como son el pacto de rentas, una política activa de ahorro y diversificación energética, etc. Si en este terreno no se avanza, habrá más subidas de tipos y el enfriamiento de la economía puede ser más severo.
¿Siente algún déjà vú cuando diez años después del rescate bancario la deuda pública es de nuevo la gran preocupación? ¿qué se ha hecho mal?
Se puede ser partidario de más gasto público cuando se reduce drásticamente la actividad económica, como han hecho todos los países con la pandemia, pero luego hay que intentar generar superávit fiscal cuando crecemos más rápidamente. Esto, para algunos países es complicado. España es un ejemplo: incluso con diferentes gobiernos no hemos sido estrictos en el seguimiento de normas fiscales de sostenibilidad de la deuda, de no generar demasiado déficit y cuando llega un problema somos vulnerables. La deuda pública es más vulnerable y menos sostenible porque nos acercamos a un escenario de menor crecimiento económico y tipos más altos.
El BCE ayudará con la deuda, pero países como Alemania exigen fijar deberes para dar el respaldo...
Sí y es lógico. Es el tema de norte sur, no de partidos políticos. Ahora en Alemania hay una coalición de socialdemócratas y verdes y hay que estar seguros de que, cuando se debatan las nuevas reglas fiscales en Europa, no estarán tan alejados del partido conservador (CDU) que gobernaba antes. Aquí el problema es entre países con, digamos, debilidades fiscales y países que no las tienen y fijan posiciones más ortodoxas.
¿Es oportuno plantear un impuesto a la banca en estos momentos?
Es poco ortodoxo en este contexto sacar esta idea. Los bancos tienen un tipo de gravamen superior al normal en el impuesto sobre sociedades de forma que si ahora tienen más beneficios ya tributarán más, por lo que no entiendo la medida. El BCE sí que está analizando cómo puede afectar la subida de tipos a sus beneficios porque ha prestado en condiciones muy ventajosas a los bancos y ellos podría ahora depositar esos fondos con un tipo de interés más alto y generar más margen. Eso es lo que hay que hacer: una solución homogénea para toda Europa, no que cada país saque una medida unilateral. Además, estamos en un momento de máxima incertidumbre económica, entonces no es el momento de hacer experimentos que pueden afectar al crédito y al crecimiento económico.
¿Se puede prohibir por ley que no se repercuta al cliente?
Estamos en una economía de mercado, en la que los agentes fijan libremente sus precios, por ejemplo, en créditos, depósitos y otros servicios financieros. La regulación bancaria europea obliga a la banca a considerar todos los elementos del contexto económico, incluidos los impuestos, a la hora de fijar sus precios. Por tanto, el Gobierno puede prohibir por ley la traslación directa del nuevo impuesto, pero no puede establecer cómo fijan sus precios los bancos.
¿El Gobierno debería asumir que no se recuperarán las ayudas y salir de Bankia (hoy CaixaBank) para darle normalidad y cerrar capítulo?
Corresponde al Gobierno decidir cuándo vende las acciones de CaixaBank, pero es claro que no va a poder recuperarse gran parte de lo inyectado en Bankia. ¿Por qué? El dinero que el sector público inyectó en 2012 para el saneamiento bancario tuvo como objetivo fundamental cubrir las pérdidas incurridas (reconocidas contablemente) y esperadas (resultado de un análisis prospectivo, sin reflejo en la contabilidad) de esos bancos. Es decir, ese dinero estaba perdido en 2012 y así se reflejó en la contabilidad del Frob y del Estado. Se rescató a los bancos porque la alternativa era su liquidación y eso hubiera resultado mucho más costoso para contribuyentes, acreedores, depositantes (no cubiertos por el Fondo de Garantía) y, en general, para la estabilidad financiera. Por otro lado, las perspectivas del sector bancario a medio y largo plazo no auguran una recuperación drástica de su cotización, por lo que el importe que se va a recuperar no va a ser sustancialmente mayor si esperamos mucho para vender.
La Justicia europea ha avalado la resolución del Popular y rechaza indemnizar al inversor. ¿Cómo ha vivido el proceso y las muchas dudas planteadas por los inversores?
Creo que los inversores y los abogados de los inversores tenían más dudas que instituciones y analistas más objetivos. El Tribunal ha respaldado plenamente el marco de resolución y prácticamente todas las decisiones que tomó la JUR, además de echar abajo todos los argumentos de los abogados. Entre otros asuntos, ha considerado que no hay indicios de que fuera cierto que había una ampliación de capital de JP Morgan y Deutsche que estaba a punto de materializarse y no se pudo materializar; que no hay nada reprochable desde el punto de vista jurídico en las declaraciones de la presidenta de la JUR a Bloomberg y que no hay relación entre ellas y la evolución de los depósitos y el valor del banco; o que el Santander presentase la oferta un par de horas después del cierre del primer plazo porque BBVA se retiró antes. Uno a uno ha ido desmontando todos esos argumentos y que lamentablemente han intoxicado a los medios españoles durante cinco años.
¿Qué ve detrás de las insistentes llamadas de prudencia de los supervisores a la banca?
La banca afronta serios retos en el corto y medio plazo. Hasta el momento, ha sorteado con éxito la crisis generada por la pandemia. Generalmente, el deterioro macroeconómico acaba generando morosidad y ello endurece las condiciones del crédito bancario, lo que, a su vez, genera más deterioro económico. No se ha producido por las respuestas de todos los Gobiernos para mitigar el deterioro provocado por el cierre de algunas actividades. El problema es que a esa crisis se han añadido otros shocks muy relevantes como la guerra de Ucrania y el rebrote inflacionista. Combatir la inflación supone aumentar los tipos y eso puede tener un efecto negativo en morosidad. Es lógico que el supervisor bancario esté preocupado y pidiendo prudencia a los bancos.
Va a coincidir la nueva ley concursal con la primera ventana importante de vencimiento de créditos ICO. ¿Cómo lo encara la banca?
Para la banca, en el corto plazo, lo más relevante, además de los efectos de la inflación, es el fin de la moratoria concursal y de los préstamos avalados por el ICO. Si la banca no relajó sus políticas de admisión de créditos por la existencia de la garantía del ICO, cosa deseable, no deberíamos ver un crecimiento muy elevado de la morosidad. La información que tengo de algunas grandes entidades va en ese sentido y creo que el colchón de provisiones será más que suficiente para el probable repunte de morosidad que pueda registrarse.
Unión Bancaria
"No hay fusiones en Europa porque falta la legislación mercantil común"
Una de las grandes asignaturas pendientes en Europa y en materia bancaria es que prendan las fusiones transnacionales. Las entidades lo atribuyen a la falta de voluntad política para crear el Fondo de Garantía Común. Sin restar importancia al vehículo, Carrascosa cree que "no es determinante" ahí porque "es de aplicación en el caso de la liquidación cuando un banco pequeño quiebra. "Las fusiones más relevantes para Europa son las de bancos medianos y grandes", recuerda y atribuye la falta de operaciones más a la dificultad que tropiezan las entidades para adaptarse y cumplir las diferentes reglas que rigen en cada país. "Una pieza básica que nos falta es una única legislación mercantil en Europa. Mientras eso no ocurra, los bancos tendrán que establecer filiales o sucursales en otras jurisdicciones y el mercado seguirá fragmentado". Como esta medida resulta "muy ambiciosa", estima que "se puede ir avanzando con la aprobación de un marco común de insolvencia administrativa para bancos y la eliminación de obstáculos a los movimientos de capital y liquidez dentro de los grupos transfronterizos que operan en la Unión Bancaria". Las fusiones que ha tenido lugar en los últimos años, según recuerda, "han sido defensivas, buscando una reducción de costes como vía para recuperar un nivel razonable de rentabilidad" y ahí cobra más sentido una operación doméstica por ofrecer mayores opciones para lograr sinergias "al existir más solapamiento en la red de oficinas".
Banco malo
"Si la Sareb cede viviendas gratis producirá pérdidas al contribuyente"
"Sareb tiene todavía más de 30.000 millones de euros en activos. Si cedemos gratuitamente parte de esos activos para generar un parque de vivienda pública, cumpliremos un objetivo social loable, pero eso producirá pérdidas a Sareb y, por ende, al contribuyente", avisa Carrascosa, para quien "desde un punto de vista económico (no social) esa operación sólo tendría sentido si las viviendas no puedan ser vendidas a un precio positivo por Sareb". La creación del banco malo tuvo lugar en 2012 para limpiar los balances de las entidades que fueron socorridas. Admite que no está cumpliendo el objetivo de recuperar el dinero público porque la sociedad se constituyó en apenas "cinco meses" y "se desconocía totalmente la calidad de cada uno de esos activos -inmuebles y créditos que recibió de las entidades".
Según recuerda, los precios de transferencia se fijaron por categorías de activos (vivienda terminada, suelo, promoción en curso, etc.) y un par de años después se cerró una revisión completa de la cartera, donde solo hubo ajustes "por una clasificación inadecuada de dichos activos". "Todo esto nos dice que muchos activos eran de peor calidad de lo esperado", admite, y precisa que, de haber fijado precios inferiores, sería "menos gravosa" la experiencia del banco malo, "pero el coste del rescate para el contribuyente no habría mejorado, ya que los bancos que transfirieron los activos habrían soportado más pérdidas en 2012".
Criptoactivos
"El desplome de los criptoactivos debería acelerar su regulación"
Los supervisores no pierden ocasión de alertar sobre las inversiones en criptoactivos sin que haya avanzado la adopción de normativas hasta ahora. A juicio de Carrascosa, la situación ha mutado y debería "acelerar la regulación" por dos factores: la guerra en Ucrania y las sanciones derivadas de la invasión; y el "desplome" en la valoración de estos activos. Con la invasión de Rusia, indica que "se ha visto que puede haber mecanismos de elusión de esas sanciones" por el anonimato característico de las transacciones con criptoactivos. "Puede haber alguna excepción para importes mínimo, pero, en principio, una característica que se discutirá qué se va a hacer ahora clarísimamente a raíz de la guerra de Ucrania será ir a una regulación que evite el anonimato".
"Luego hay otro factor que es importante y acelerará el proceso: la caída estrepitosa de los precios de estos criptoactivos, incluidos el bitcoin; donde la gente ha visto que son reales los riesgos y además se han producido problemas en los reembolsos. Hay gente que se ha quedado colgada sin poder recuperar la inversión en alguna de estas plataformas". En su opinión, las autoridades deberían buscar una regulación "estricta" para evitar además la paradoja de que, por ejemplo, si haces un uso de información privilegiada para transaccionar con un activo o valor regulado "puedes ir a la cárcel y, en cambio, si es con un criptoactivo, no pasa nada, pides disculpas y ya está".