Banca y finanzas

Cos defiende la "independencia" y el "rigor" del Banco de España frente a las críticas del Gobierno

  • Reclama al Gobierno que focalice las ayudas en los vulnerables para no contribuir a la inflación
  • Pide "prudencia" a la banca porque algunos riesgos "se pueden manifestar"

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, salió hoy al paso de las críticas recibidas por las institución desde la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz y el ministro de Seguridad Social, Escrivá, con una defensa del organismo eludiendo réplicas frontales. "Nunca hago ningún comentario sobre comentarios que hacen otras personas. Conocéis que en el Banco de España hay dos pilares claves: rigor en el análisis e independencia", elaboró al ser cuestionado al respecto durante unas jornadas de la Apie y BBVA, donde subrayó que el trabajo ha sido así reconocido en el parlamento cuando presentó recientemente el Informe Anual. 

Las quejas de Escrivá y Díaz fueron por las recomendaciones del organismo y sus análisis en materia laboral y pensiones.

En clave económica, el gobernador del Banco de España reiteró la llamada de contención en el gasto público, justo en la víspera de la aprobación de un nuevo paquete de ayudas para sobrellevar las tensiones introducidas por el aumento de los precios energéticos.

"La política fiscal tiene que jugar un papel, sí, pero tiene que jugar un papel distinto al que jugó durante la pandemia", indicó, con el argumento de que "nuestro margen fiscal es menor" y "estamos viviendo un episodio inflacionista al que la política fiscal no debería contribuir".

"Si meto todo este tipo de recomendaciones en una coctelera, lo que me sale es que las medidas fiscales deben ser focalizadas en los más vulnerables y ser de carácter temporal para no dañar el déficit estructural", concluyó.

Pero el grueso de su intervención lo dirigió a la banca, a la que reclamó en hasta tres ocasiones un "comportamiento prudente" y un "seguimiento minucioso" de los riesgos. Su llamada la formuló en unas jornadas que arrancaban precisamente con la solicitud del vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, al sector de que no se dejase cegar por el "espejismo" que a corto plazo provocará la subida de tipos en forma de mejora de margen y resultados.

La alerta contrasta con la visión positiva de la banca, que no ve indicios de preocupación en el comportamiento de los créditos. "El supervisor, por definición, siempre tiene que pecar de prudente", empezó a elaborar Hernández de Cos al ser cuestionado por la dispar visión, pero también expuso que hay muchas incertidumbres (de riesgo a la baja del PIB y al alza en la inflación, que podrían desacelerar la economía y restar ingresos a familias y empresas), con riesgo de cristalicen los riesgo controlados y los "latentes", "incluso en el escenario central de crecimiento".

Precisamente acompañó su exposición con datos y a finales de marzo un 4% de la financiación concedida con avales del ICO, una de las que más en el centro está de las preocupaciones, tenía impagos y otro 22,7% estaba al corriente de las cuotas pero con dudas sobre su evolución futura, es decir, estaba calificada como 'en vigilancia especial'. Son porcentajes acotados, pero hay una bolsa de 140.000 millones otorgados.

La morosidad general sigue acotada (en el 4,19% en abril), pero alertó sobre "potenciales deterioros latentes en algunas carteras de crédito", especialmente los ligados a los segmentos de empresas y hogares más vulnerables. Los préstamos en vigilancia especial suponían al cierre de 2021 un 8% del total del crédito y en marzo se habían reducido un 2,2% interanual, y las refinanciaciones representaban otro 5%.

La preocupación troncal es que la inflación y un menor crecimiento merme las rentas familiares, además de afectar a empresas, aunque admitió que la banca encara la situación con buenos fundamentales. Solo en rentabilidad, el ratio sobre recursos propios ROE era del 11,7% en marzo, muy por encima ya del 6,8% del coste de capital, y el ratio de capital CET1 superaba el 13,3%.

Por carteras reconoció que crédito a la construcción y actividades inmobiliarias nada tiene que ver con la situación de otras crisis, aunque sí observa ciertas señales "leves" de sobrevaloración de los precios de la vivienda.

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