
El sector de la recuperación de deuda mira a 2022 como un ejercicio en crecimiento. El presidente de la Asociación Nacional de Entidades de Gestión de Cobro (Angeco), Carlos Ruiz, confía en que salgan al mercado operaciones "embalsadas" y defiende que las compañías que representa cuentan con la mejor experiencia y disposición para ayudar a la banca con la gestión de los impagos en los créditos avalados con el ICO cuando afloren. En clave normativa, demanda que se regule la cadena íntegra de la actividad de recuperación de deuda y no solo la venta de carteras en banca como proyecta Bruselas. La directiva exigirá tener un supervisor y, a su juicio, la mejor opción es el Banco de España.
¿Qué esperan de 2022?
La facturación del año 2020 -últimos datos publicados- fue de 1.100 millones de euros. En 2021 se ha producido un aumento del volumen de deuda gestionado por las empresas y eso, inexorablemente, implica un aumento de la facturación. Creo que sobrepasaremos los 1.200 millones. Sobre este ejercicio lo que trasladan todos los asociados es expectación a la vista de cómo quede la tasa de morosidad. Ahora mismo está en un 4,24%. No es normal estar en esos mínimos históricos con todos los acontecimientos que estamos viviendo por la pandemia y la guerra de Rusia. ¿Qué está pasando? Notamos que las ayudas estatales están provocando la contención de la morosidad y esperamos que cuando desaparezcan, se disipen o se vayan reduciendo, a la par y progresivamente vaya aumentando la tasa de morosidad. Eso provocará un mayor volumen de deuda y ahí estaremos para ayudar a las entidades que lo precisen y mejorar la economía porque, al final, creemos que las empresas del sector pueden ayudar mucho a que fluya el crédito al permitir que haya una garantía de recuperación de los créditos concedidos.
¿Hay más carteras a la venta?
En venta de carteras vimos una paralización del sector en el año 2020. Creo que los bancos ralentizaron la gestión de la recuperación porque fueron muy sensibles a la situación de pandemia. En 2021 notamos un crecimiento sustancial y en 2022 hay muchos asociados que están pendientes de esas compras (han salido operaciones al mercado por unos 3.400 millones de valor nominal).
¿Existe una oferta embalsada?
Sí, totalmente, y eso en algún momento tiene que salir.
¿Qué va a pasar con los ICO?
Es la gran pregunta. Hace poco hablé con una entidad financiera grande y dijo que su tasa de morosidad, a día de hoy, en préstamos ICO, es inferior al 3% y lo que me pareció más curioso: los deudores que se habían acogido al Código de Buenas Prácticas que permite la ley eran menos del 2%. Creo que aún no ha aflorado la morosidad real por estas ayudas estatales que apuntábamos. Cuando se levanten las carencias de los ICO podremos percibir de mejor manera cuál es la morosidad real. Y ahí creo que podemos ayudar a las entidades a gestionar esa recuperación desde un comportamiento muy sensible con los deudores, los empresarios y autónomos de este país que han recibido las ayudas del Estado a través de los préstamos ICO, y desde un comportamiento ético con nuestro código de conducta. Hay que recuperar la ilusión de la gente, no solo recuperar el crédito.
Bruselas quiere regular la recuperación de deuda con la directiva de NPL. ¿Qué opinión les merece?
Es un deseo histórico del sector. Creemos que nos otorga seguridad jurídica y va a provocar que se constate, por fin, la profesionalización del sector. Pero la directiva está muy limitada y en Angeco nos gustaría que se ampliara su objeto. Solo se refiere a los préstamos dudosos procedentes de entidades financieras y solo cuando se venden; ni siquiera recoge su gestión directa si la entidad contrata a un tercero de la asociación para que los gestione. Como el NPL no ha salido del balance no entra la directiva. Desde Angeco creemos que el legislador español debe aprovechar la oportunidad para ir más allá y que tengamos una ley que afecte a toda la actividad de recuperación y no solo de bancos, también de utilities, irnos a telecos y a cualquier gestión del crédito en España. La directiva obligará a tener licencia para operar y todos los asociados nos dicen: queremos regulación porque ya estamos cumpliendo con los estándares que se exigirán de honorabilidad, de procedimiento, de transparencia, de comunicación con el deudor… Por tanto, que se nos otorgue la licencia en cuanto evidenciemos ante el organismo regulador correspondiente, el que sea, que ya cumplimos con esos estándares.
También exigirá que haya un supervisor para la industria…
Para nosotros la mejor opción es que sea el Banco de España. Estaría en línea con la regulación de otros países de nuestro entorno y además creemos que el Banco de España ya tiene unos procesos de estandarización para empresas como pueden ser los intermediarios de crédito donde también hay unos registros y le ha otorgado bastante seguridad al sector.
"En los últimos años hemos asistido a una consolidación y profesionalización, y estamos notando un alto grado de especialización de pequeña empresa"
La ley de eficiencia procesal ¿está bien resuelta o tiene deficiencias?
El espíritu de este proyecto de ley es evitar el atasco de los órganos judiciales a través de medios alternativos a la demanda judicial. Alienta a negociar antes de acudir a la vía judicial con expertos profesionales que intermedian entre las partes para llegar a una solución. Es lo que el proyecto de ley llama medios adecuados de resolución de controversias, los famosos MASC. Cuando esta norma pasó por el Consejo de Estado, se nos dio audiencia a Angeco y dijimos que el sector ya hace MASC porque buscamos la solución amistosa en recuperaciones de deuda. Lo que compartimos con el Consejo de Estado y haremos ver, si es posible, en el Congreso será que refleje que la actividad de la recuperación es un medio alternativo de solución de controversia y que sirva para eso.
¿La expectativa de un mayor negocio provoca, como en 2008, un aterrizaje de nuevas firmas en España?
Yo creo que el efecto llamada real se produjo justo después de la crisis de 2008, cuando tuvo lugar la gran cresta de crecimiento del sector. En los últimos años hemos asistido a una consolidación y profesionalización, y estamos notando un alto grado de especialización de pequeña empresa de recuperación o de gestión o que te da un valor añadido en la información de morosidad y su tratamiento o para lograr una recuperación más rápida, más ágil, más tecnológica... En 2020 las empresas aumentaron un 11,27% la inversión en tecnología y crecieron las que ofrecen servicios basados en big data, análisis de procesos..., para agilizar los procedimientos analizando mejor el dato y respetando siempre los estándares éticos que tenemos en la asociación. Están viendo además que la patronal del sector es Angeco porque establece unos estándares procedimentales y éticos que son los que desean tener y vienen a adherirse (cuenta con 67 asociados). Este sector gestionó unos 380.000 millones de euros en deuda en 2020, con unos 9.100 millones recuperados y cuenta con 20.000 empleados.