
Desarrollo sostenible. A casi nadie le llama a atención cuando se habla de ese concepto hoy en día. Aunque con un largo camino por recorrer para lograr su pleno desarrollo, una gran parte de las instituciones, los gobiernos y las empresas lo tienen interiorizado en sus estructuras y operativas -especialmente en las sociedades más avanzadas-, así como los ciudadanos que las conforman.
Desarrollo sostenible. A casi nadie le llama la atención cuando se habla de ese concepto hoy en día. Aunque con un largo camino por recorrer para lograr su pleno desarrollo, una gran parte de las instituciones, los gobiernos y las empresas lo tienen interiorizado en sus estructuras y operativas –especialmente en las sociedades más avanzadas–, así como los ciudadanos que las conforman.
Sin embargo, se trata de una idea relativamente reciente, dado que no fue utilizada hasta el año 1987 en el informe Brundtland, que, en un primer momento, se llamó 'Our Common Future' ('Nuestro futuro en común'). Elaborado para la ONU por una comisión que integró a varios países con la exprimera ministra noruega, Gro Harlem Brundtland, a la cabeza (de ahí su denominación posterior), puso sobre la mesa la importancia de apostar por la sostenibilidad.
En ese documento se contrastó el desarrollo económico con el impulso de la sostenibilidad ambiental y social, recalcando la necesidad de que ambas tendencias hicieran un recorrido en común. Así, el desarrollo sostenible quedó definido como aquel que "satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones".
De ese espíritu nacieron múltiples iniciativas, proyectos, ideas y hasta una nueva mentalidad. De hecho, siguen surgiendo aportaciones. Una de ellas son las inversiones socialmente responsables, que es posible efectuar desde hace años, pero que cada vez más están consiguiendo ampliar su presencia en los mercados y las carteras.
Qué son las inversiones responsables
Las llamadas inversiones responsables son aquellas que incorporan a las carteras aspectos sociales, ambientales, de gobierno corporativo, de defensa de los derechos humanos o de implicación en la comunidad.
El objetivo de las inversiones socialmente responsables es desarrollar estrategias y enfoques que permitan ganar dinero de manera sostenible, lo cual es en la actualidad más posible que nunca, teniendo en cuenta el abanico de posibilidades existentes en este campo.
Tipos de inversiones responsables
Existen, básicamente, tres vías por medio de las cuales pueden hacerse inversiones responsables:
1. Comprar acciones de compañías que acrediten tener en cuenta la perspectiva del crecimiento sostenible.
2. Apostar por índices que incluyan empresas que acreditan buenos resultados financieros al tiempo que realizan prácticas sostenibles, siendo los más conocidos el Dow Jones Sustainability World Index (DJSI World) y el FTSE4 Good Global 100 Index.
3. Fondos especializados. Estos vehículos, en los que se ponen en común los ahorros de muchas personas para ser gestionados por profesionales que intentan obtener el mejor rendimiento, son una de las vías más prácticas para que el inversor se beneficie del conocimiento de expertos; más, si cabe, en el caso de los fondos de inversión temáticos.
Como es lógico, el criterio de la rentabilidad continúa siendo fundamental. No obstante, ésta puede lograrse también añadiendo valor a largo plazo y desenvolviéndose en los mercados con una perspectiva que agrega el matiz de la sostenibilidad.
Mediterranean Fund, que invierte el 100% en renta variable global, está formado por 44 valores, 14 de los cuales pertenecen al índice Dow Jones Sustainability Index
Mediterranean Fund de Banca March
Ejemplo de esos productos financieros que a la obtención de rendimiento -objetivo primordial de cualquier inversión- agregan el componente de la sostenibilidad es Mediterranean Fund, lanzado al mercado recientemente por Banca March. Se trata de un fondo de inversión temático, de renta variable global y con un horizonte temporal de más de tres años que dedica un 10% de la comisión de gestión al cuidado de los océanos, llevando a cabo proyectos de recuperación y preservación de sus recursos.
La política de ese nuevo fondo con óptica financiera y responsable es invertir en dos tendencias de gran potencial relacionadas con los objetivos de desarrollo sostenible marcados por Naciones Unidas para el año 2030: los océanos como fuente de riqueza y la necesidad de su preservación, así como el agua en calidad de bien escaso e imprescindible para la vida en el planeta.
Rita Rodríguez Arrojo: "Compromiso con el crecimiento conjunto"
"A través de Mediterranean Fund, Banca March se une a los esfuerzos por la recuperación y preservación del mar Mediterráneo, que es precisamente donde se hunden sus raíces", recuerda Rita Rodríguez Arrojo al subrayar que la entidad financiera de la que es vicepresidenta nació en la isla de Mallorca en el año 1926. "Nuestro compromiso con el crecimiento conjunto, base de nuestra filosofía centenaria, nos exige una gestión que contribuya a un modelo económico más integrador y sostenible", agrega la vicepresidenta de Banca March.
Para hacerse una idea de la filosofía que Banca March aplica en su nuevo producto financiero baste con señalar que, de las 44 empresas iniciales presentes en el fondo, 14 pertenecen al ya citado Dow Jones Sustainability Index. Destacan, entre ellas, nombres como Salmar, una firma dedicada a la cría de salmón; Trimble, una empresa de geolocalización del riego para optimizar el uso de los recursos hídricos; y American Water, la mayor utility del agua en EEUU.
Con 6.300 millones de euros bajo gestión y un equipo de casi 40 profesionales, March Asset Management pone el foco en la renta variable global, la renta fija y la asignación de activos.
"Banca March persigue una rentabilidad responsable con impacto para todos los grupos de interés, clientes, empleados, accionistas y la sociedad en general", resume Rita Rodríguez Arrojo.
Con 6.300 millones de euros bajo gestión y un equipo de casi 40 profesionales, March Asset Management -que gestiona Mediterranean Fund- pone el foco en la renta variable global, la renta fija y la asignación de activos. La filosofía de inversión de esta gestora combina la creación de valor a largo plazo -uno de los valores que se incluyen en las inversiones socialmente responsables- y la protección del patrimonio.