
El Real Madrid de baloncesto se impuso este domingo al Fenerbahçe turco en la final de la Euroliga por 85-80 saliendo victorioso de la Final Four disputada en el Stark Arena de Belgrado y conquistando su décimo entorchado continental, cifra que ningún otro club había alcanzado previamente.
El duelo enfrentaba a los de Pablo Laso con el vigente campeón, dirigido por el emblemático Zeljko Obradovic, que también aspiraba a reinar por décima vez en Europa, aunque en su caso, de manera individual.
Todos los ojos se centraban en Luka Doncic, recientemente nombrado MVP de la competición y que se marchará a la NBA cuando terminen los playoffs de la ACB, teniendo incluso opciones a ser el número 1 del Draft.
El inicio del encuentro fue igualado, con el italiano Melli y el estadounidense Wanamaker sosteniendo a los turcos. Por parte blanca, el rendimiento fue mucho más coral, con protagonismo incluso para los menos esperados, como Rudy Fernández o Fabien Causeur.
Los de Pablo Laso comenzaron a abrir hueco tras el descanso con la aparición de Doncic y la aportación de Edy Tavares, imperial bajo los aros y dominador en el rebote.
El Fenerbahçe lo intentó hasta el final, pero la brecha abierta por los blancos, que llegó a ser hasta de once puntos, impidió su misión pese a la lucha titánica hasta el final que conllevó incluso las exclusiones por cinco faltas de Sergio Llull y el propio Doncic.
En los últimos segundos, los de Obradovic se pusieron a tres, y Causeur falló dos tiros libres, pero un palmeo de Thompkins terminó por borrar sus últimas ilusiones volviendo a ampliar la distancia y dando el título al Real Madrid.
De este modo, el club merengue se proclama por décima vez campeón de Europa, segunda en los últimos cuatro años, alzando a Pablo Laso como uno de los técnicos más representativos de la historia de la entidad, después de ganar en España tres Ligas ACB, cinco Copas del Rey y tres Supercopas.