El nuevo 'dress code'
El Congreso exhibe una variedad estética insólita desde que se constituyó hace una semana. Las rastas y los atuendos de algunos de los nuevos parlamentarios, que hoy a más de uno le parecen impropios para los representantes del pueblo soberano, tal vez no llamen tanto la atención con el paso del tiempo, una vez que se normalice la presencia en la cámara baja de diputados y diputadas ajenos a lo que hasta hace poco muchos entendían como el dress code de los políticos.