El escenario para la banca está cambiando: el triunfo de Donald Trump en las presidenciales americanas ha acelerado la llegada de la inflación y la expectativa de que los bancos centrales retiren la respiración asistida con la que durante años han alentado a los mercados y empiecen a subir tipos. Y nadie se beneficia más de una normalización en el precio oficial del dinero que los resultados de los bancos. Con la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) mueva ficha, al menos, dos veces en 2017, el sector arranca hoy, con JP Morgan, Wells Fargo y Bank of America, la que puede ser la última temporada de resultados en la que su beneficio caiga.

Si hay algo que va a apoyar el comportamiento del mercado de renta variable en Europa en 2017 es la expectativa de crecimiento de beneficios para este año a ritmo de doble dígito. Ese es el principal atractivo que desde Renta 4 ven a la bolsa europea y a la española de cara al año recién estrenado.

El escenario alcista que técnicamente se presenta de cara a este 2017 sigue del todo vigente. En este sentido, con más de un 82% de la cartera ya invertida en renta variable, el margen de maniobra es reducido, pero aún existe.

Los principales selectivos de renta variable del Viejo Continente han conseguido aguantar sobre soportes pese a la sobrecompra, lo que favorece que no se haya puesto en jaque aún el rally alcista de las últimas semanas.