Observatorio
Tan solo un año después del ataque del virus WannaCry, que inutilizó los sistemas de 200.000 empresas en todo el mundo a cambio de un pago, los responsables de la ciberseguridad de las compañías se plantean la necesidad de que el Gobierno traslade al ámbito digital los mecanismos para proteger del crimen físico. El debate es incipiente pero despertó con el cambio de mentalidad que provocó en los directivos de las grandes empresas el ataque tan masivo, y especialmente mediático, apodado WannaCry (quiero llorar, en castellano).