Editorial
El hecho de que no prosperen iniciativas equivocadas sobre las pensiones, como volver a ligarlas al IPC, no quiere decir que el gasto en estas prestaciones deje de crecer. Como estima el Banco de España, el arraigado envejecimiento demográfico provocará que el conjunto de los gastos asociados a la tercera edad absorba en 2050 el 21% del PIB.