Editorial
Bruselas investiga la presunta ingeniería fiscal de Ikea. Se trataría de un proceder bien conocido. Se basa en operar en diferentes países con filiales que, ante Hacienda, se presentan como comisionistas que envían sus ingresos a territorios de baja tributación. En el caso de Ikea, se trata de Holanda, un país que, como ocurrió entre Irlanda y Google, es sospechoso de crear regímenes fiscales ad hoc para multinacionales.