
La primera ministra británica Theresa May renuncia a algunas de sus líneas rojas sobre el Brexit y acepta pagar una factura de hasta 60.000 millones de euros, lo que anticipa que Reino Unido se aviene a trabajar por un divorcio blando y menos traumático.
El cuadro más caro del mundo se mostrará en el museo de Abu Dhabi
Catalá pidió ampliar los delitos que derivan en extradición automática
La resolución va en contra de prioridades de Washington, como frenar a Irán
El Parlamento británico y el Ejecutivo irlandés aún deben dar su visto bueno a la fórmula
Vestager ha ampliado el plazo para decidir sobre la concentración