Editorial
Los aeropuertos españoles afrontan la amenaza de una oleada de paros en otoño impulsados por las plantillas de Aena, Ilunion y, de nuevo, Eulen. Los motivos reivindicados son variados: desde alzas salariales a reorganizaciones operativas. Pero en todos los casos hay un denominador común: las autoridades, especialmente Fomento, buscan negociar.