Un estudio internacional con participación de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha avanzado en la comprensión de las bases genéticas del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) al identificar variantes del ADN y, en concreto, 25 genes asociados al riesgo de desarrollar esta afección mental, que podrían servir a su vez como dianas terapéuticas.
