Opinión
Por Alejandro Páez VarelaRicardo Anaya le ha llevado tres grandes noticias a Andrés Manuel López Obrador en los últimos pocos meses. La primera fue darle un manotazo a los Calderón y bajar a Margarita Zavala del PAN; la segunda, trabajar al interior del PRD hasta restarle fuerza a la candidatura de Miguel Ángel Mancera, e instalarse él; y la tercera fue enfrentarse con el Presidente Enrique Peña Nieto y así, abrirse un enorme y desgastante frente. Margarita pudo ser un problema para AMLO porque, como parte mismo del sistema, podría convencer a los que organizan el “voto útil” contra el izquierdista. Mancera, si bien no compite con AMLO –vistas todas las encuestas–, podría robarle votos de izquierda (adentro de Morena se calcula que el perredista de hueso colorado no votará por Anaya sino por López Obrador; y creo que calcula bien). Ambos personajes, y el Presidente, fueron desinflados por Anaya.