PURO ARTE
Todos alguna vez nos hemos visto en la misma situación: sentados en el pupitre escolar y esperando a que termine la interminable clase garabateando los espacios en blanco de los libros... Eso si no recibíamos antes una buena regañina por parte de nuestros padres por haber dibujado sobre los libros de texto que probablemente heredarían nuestros hermanos años más tarde. Sin embargo, algunos japoneses han convertido este clásico en puro arte.