Quizá no haya oído del multimillonario de bebidas alcohólicas más rico de Estados Unidos, pero es probable que haya probado alguno de sus productos. William Goldring, de 73 años, construyó un modelo simple: comprar marcas baratas, propagar su nombre y luego llenar los estantes inferiores de las tiendas de licores de Estados Unidos. Sazerac Co., su empresa de capital cerrado, se ha convertido en la segunda destilería más grande del país vendiendo marcas de descuento como Barton, Mr. Boston y Fleischmann's. Uno puede comprar 1.75 litros de cada uno de sus siete vodkas más populares por un total de 80 dólares, el mismo precio de una botella de Elyx, un licor de lujo de Absolut.

Cómo mantener a legiones de empleados de tiendas mal pagados motivados y atiendan a los clientes con una sonrisa ha sido un asunto que ha preocupado a los grandes minoristas de Gran Bretaña por mucho tiempo.

El fondo de riqueza soberana de Noruega, el más grande del mundo, pagó 1,000 millones de euros (1,050 mdd) para comprar una propiedad en la exclusiva Place Vendôme de París a empresas controladas por los inversores irlandeses John Magnier y JP McManus.

Las cosas no se ven bien para las tiendas departamentales. Fuera de los minoristas de electrónica y las gasolineras, los grandes almacenes son la única gran categoría minorista en Estados Unidos en la cual las ventas cayeron en los 11 meses hasta noviembre con respecto al año anterior, según datos del Censo de Estados Unidos publicados esta semana.