Tres meses y medio después de exonerar a la candidata demócrata Hillary Clinton de cualquier tipo de delito por enviar correos electrónicos desde un servidor privado durante su etapa como Secretaria de Estado, el FBI anunció hoy el hallazgo de nuevos mensajes que no habían analizado hasta el momento.

A falta de dos semanas para el final de las elecciones, el Partido Republicano ha acabado envuelto en un conflicto legal por culpa de su candidato presidencial, Donald Trump. El miércoles por la noche, el Comité Nacional Demócrata (CND), que dirige el partido, denunció ante un tribunal de Nueva Jersey al magnate y su campaña por violar presuntamente una orden judicial de 1982 que prohíbe al partido conservador realizar campañas de "intimidación de votantes" para negarle el voto a las minorías, una actividad que Trump ha estado animando desde hace meses.

Si las encuestas muestran a Clinton con una ventaja de unos 6 puntos, los primeros datos de voto en urna son mucho más favorables a la candidata demócrata. A falta de 17 días para el cierre de las urnas ya han votado 6 millones de personas (cerca del 5% del voto total de 2012) y otros 14.5 millones han solicitado el voto por correo. De esos 20.5 millones, un 43.7% pertenecen a demócratas y un 30.8% a votantes republicanos.

Cuando Mitt Romney perdió las elecciones de 2012 contra Barack Obama, el Partido Republicano publicó un documento llamado "Proyecto de Crecimiento y Oportunidad" en el que estudiaban las mejores estrategias para ganar en los estados decisivos como Virginia, Carolina del Norte, Ohio o Florida y llegar a 2016 con grandes oportunidades de victoria. Cuatro años más tarde, con Donald Trump hundido en un abismo demoscópico, el partido asiste con incredulidad a un cambio en el terreno de batalla. Los estados en juego ya no son los mismos. Ahora, la campaña se ha desplazado a tres territorios que nadie esperaba que estuvieran en juego: Utah, Arizona y Texas, tres grandes bastiones conservadores en los que Hillary Clinton está haciendo campaña para hurgar en la herida todo lo posible.