El Cholo Simeone está muy serio. Más debería estarlo. Y no por Vitolo ni porque Griezmann tenga la cabeza fuera del campo o por estar con pie y medio fuera de la Champions. La delgadez de Carla Pereyra preocupa no solo a amigos y personas muy cercanas a la modelo. Incluso sus seguidor@s en instagram escriben mensajes como éste bajo una de las últimas publicaciones de la argentina, con unos vaqueros de talla infantil: "Me da la impresión lo delgada que estás. Las piernas son dos alambres arqueados".

"Hace un año que me divorcié y lo pienso celebrar. Va a ser la bomba", confesaba la ex mujer de Pedro J. en televisión este miércoles, un año después de que su u marido la abandonara por una mujer más joven, la abogada Cruz Sánchez de Lara. En estos meses, el periodista se ha vuelto a casar pero Ágatha no lo pasado bien: se tenía que tomar un somnífero cada noche y ha adelgazado diez kilos. No se habla con su ex.

Ya lo decía Sabina: Las niñas ya no quieren ser princesas. Letizia Ortiz o Kate Middleton se enamoraron de príncipes y asumieron que su vida cambiaría, y que serían perseguidas de por vida por los paparazzi. La actriz Meghan Markle ha sido la última en rendirse al encanto de la sangre azul y ha renunciado a su carrera profesional a cambio de tomar los votos como princesa y convertirse en la mujer de Enrique de Inglaterra. Tomar el té con la reina tiene un precio y no todas están dispuestas a pagarlo. Mar Torres  es apenas una adolescente, como Froilán, pero estaba a gusto con el nieto de don Juan Carlos. Probablemente para ella lo de menos era que su chico fuera sobrino de Felipe VI, cuarto en la línea de sucesión a la jefatura del Estado: era un chico de su edad que le gustaba y con el que salía. Y viceversa. Pero la tensión de ser asediada cada día por la prensa y recibir en la puerta de su casa las luces de los flashes ha podido más que la atracción entre los chavales. "He sido yo la que le he dejado", nos dice.

Una excelente profesional, con un buen trabajo, que a sus 45 espléndidos años ha formado una sólida familia, con dos hijas maravillosas y un marido distinguido y apuesto debería sentirse más que feliz. Si añadimos que reside en un palacio, cuenta con chófer, servicio, seguridad, peluquera, estilista, secretaria, o que disfruta de una posición social insuperable, es admirada en el mundo, viaja a menudo y vive experiencias extraordinarias, que tiene la oportunidad de conocer a las personas que manejan el planeta, la cultura, la medicina, el deporte... Pero la Reina está triste o al menos preocupada.