El cuidado de la piel es importante a cualquier edad. Cuando somos jóvenes, probablemente necesitemos fórmulas para eliminar el acné, los granitos rebeldes y las cicatrices que dejan. Pero a medida que crecemos, las cremas y los sérums antiedad se vuelven imprescindibles, primero para prevenir los signos del envejecimiento y después para reducirlos o disimularlos. Por eso, ser respetuosas con la piel desde que somos jóvenes y utilizar productos para piel madura a partir de los 30 años es fundamental para llegar a los 50 con un rostro mucho más joven.