Aittip Centro Tecnológico coordina el proyecto Mandala, cuya investigación se centrará en resolver el problema de los plásticos multicapa que se emplean en los envases alimentarios con el fin de poder reciclarlos y reutilizarlos. Una iniciativa que cuenta con la participación de empresas como Repsol o el Cluster Food+i, entre otros socios.
El proyecto Mandala comienza en Zaragoza a dar sus primeros pasos con su presentación y puesta de largo, coincidiendo con el Día Mundial del Medioambiente. Una iniciativa que, precisamente, ahonda en la sostenibilidad y el respeto al medioambiente de los envases alimentarios y packaging que se emplea en diferentes productos para que se conserven bien como las pechugas de pollo, entre otros muchos alimentos.
El objetivo "es resolver el problema de estos envases o packaging, que tienen la función útil de conservar, pero que están formados por diferentes capas de materiales poliméricos, que son difíciles de separar. Esto es un problema porque acaban en el vertedero (el 40% de los envases tienen este destino) o en plantas de incineración", según ha explicado Lidia García, coordinadora del proyecto Mandala, que coordina Aittip Centro Tecnológico, a elEconomista.es
Y el problema no es ninguna nimiedad, siendo necesario dar una solución porque tan solo se reciclan el 14% del volumen de los envases de plástico producidos a nivel mundial y el 72% no se recuperan.
Estos envases "están formados por muchas capas de film, que van unidas por un adhesivo", que es el que hace difícil que estas capas puedan reciclarse ante la dificultad de separarlas. De esta manera, uno de los primeros pasos que se va a dar dentro de este proyecto es trabajar en el diseño de un adhesivo que pueda ser reversible y que permita que las capas puedan ser separadas a través de un estímulo externo.
Esta separación de los diferentes materiales, permitirá que la industria los pueda reciclar y se implemente la economía circular, ya que se reducirá la fracción de plástico que no es posible reutilizar. Además, se conseguirá una mayor eficiencia de los recursos naturales.
Los primeros pasos del proyecto se centrarán así en desarrollar el adhesivo termorreversible para que en las plantas de reciclaje, a través de aportar calor, se separen las capas. Posteriormente, se trabajará en incorporar este adhesivo a determinados elementos para mejorar las propiedades barrera del envase y, en consecuencia, ahondar en sus propiedades útiles de cara a la correcta conservación y mantenimiento de los alimentos. "Queremos demostrarlo en prototipos con el sector alimentario y farmacéutico para hacer validaciones".
En este proceso se contará con la participación de una empresa de Alicante en la que se utilizará la tecnología de laminación para que industrialmente se pueda llevar a cabo el estímulo externo que permita separar las capas y no haya residuos ni de adhesivo ni de materiales.
El proyecto también comprende la fabricación de envases que empleen sobre todo los plásticos convencionales reciclados y reciclables aunque, luego, se introducirán films bio-basados y biodegradables para utilizar los bio-basados reciclables finalmente.
El proyecto, que arranca ahora, tiene una duración de 42 meses, participando 12 socios en total de cinco países (España, Noruega, Croacia, Grecia e Italia), bajo la coordinación de Aittip Centro Tecnológico. Entre ellos, está el Instituto de Polímeros del CSIC de Madrid, la compañía Repsol que aportará materiales reciclados suyos, así como Bio-mi, Norner, Sapici, Cadel Deinkin, Ctic Cita, Gaviplás, Cluster Food+i, ARCHA y Cosmetic.
El proyecto Mandala, que suma un presupuesto de más de 4 millones de euros, está cofinanciado por la iniciativa conjunta Bio-Based Industries Joint Undertaking (BBI JU) dentro del programa Horizonte 2020.