
La empresa, especializada en transporte marítimo de mercancías, ha sido la elegida por la multinacional alemana BSH Home Appliances Group para gestionar la trazabilidad de alrededor de 20.000 de contenedores marítimos al año que emplean en el transporte de sus mercancías por todo el mundo.
La transitaria aragonesa ha sido elegida en el tender lanzado a nivel internacional por el grupo BSH Hausgeräte (desde el año 2015 pertenece al Grupo Bosch) para realizar el seguimiento y trazabilidad de los contenedores de esta empresa, especializada en la fabricación de aparatos electrodomésticos.
"Conseguir este proyecto ha sido un orgullo para nosotros. Que una multinacional como BSH haya visto en nuestra plataforma la solución idónea para gestionar la trazabilidad de sus contenedores a nivel mundial, refuerza nuestra idea de estar ofreciendo un servicio que aporta valor a nuestros clientes", ha afirmado Óscar Calvo, director general de JCV.
La empresa aragonesa utilizará para realizar esta gestión la plataforma online de seguimiento y gestión de embarques en tiempo real que ha desarrollado.
Esta plataforma integra toda la información que los diferentes actores de la cadena logística ofrecían de manera independiente e inconexa con el fin de dar a los clientes el control total de los embarques y facilitar que dispongan de una herramienta útil para el día y que, a su vez, les permita ganar y fidelizar clientes.
Esta plataforma de JCV une así geolocalización, predicciones de cambios en la llegada a destino y elementos de machine learning aplicados al transporte marítimo. Una plataforma con la que se da respuesta a las empresas, como BSH, dentro de un mundo cada vez más digitalizado conectado.
"Tener la información adecuada en el momento oportuno y facilitar el día a día de nuestros clientes, son dos aspectos claves para que multinacionales como BSH o empresas mas pequeñas con un espíritu exportador, confíen en nosotros", ha añadido el director general de JCV.
Y es que en este sector del transporte marítimo existe desinformación y falta de trazabilidad (medio empleado por nueve de cada diez mercancías que se tienen que mover de un punto a otro).
No son los únicos problemas. Se producen retrasos, que suelen ser asumidos como "un mal menor", siendo habitual también que tengan que ser los receptores los que avisen de incidencias durante un trayecto marítimo, lo que produce problemas de desabastecimiento en destino. Son situaciones que, a su vez, derivan en un deterioro de las relaciones entre el cliente y el proveedor.