Los hombres destinan el 28% de los ingresos al pago de una hipoteca, mientras que las mujeres deben destinar el 34%.
La brecha salarial no solo se nota en las estadísticas a la hora de hablar de salarios, sino que repercute en las condiciones de vida de las mujeres, que ven mermado su poder adquisitivo, teniendo que hacer más esfuerzo que los hombres para cubrir necesidades fundamentales como, por ejemplo, comprar una vivienda.
Así al menos se constata en los últimos datos facilitados por Casaktua.com en los que se pone de manifiesto que ellos tienen que hacer más esfuerzo que ellas para afrontar el pago de la hipoteca.
En concreto, las mujeres deben destinar el 34% frente al 28% de los ingresos que dedican los hombres a pagar la hipoteca.
Esta diferencia de porcentajes se explica porque, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres perciben de media un salario de 20.131 euros brutos anuales -unos 1.400 euros netos al mes en 12 pagas-, lo que supone 6.000 euros menos que los hombres, quienes tienen un salario medio de 25.924 euros anuales, percibiendo alrededor de 1.700 euros netos mensuales.
Esta diferencia salarial y el hecho de tener que destinar más parte de los ingresos a la compra de una vivienda, son factores que dificultan el acceso a la compra de un nuevo inmueble.
De hecho, los últimos datos de Casaktua.com reflejan que hay tres principales barreras para que las mujeres compren una vivienda. El 43% señala que es difícil conseguir inmuebles que se adapten a sus necesidades, mientras que el 37% señala el precio. Además, el 22% alude al sobrecoste de los impuestos y a otros gastos como notaría o gestoría.