La empresa zaragozana ha cerrado una ronda de financiación de más de 100.000 euros con inversores privados para poder patentar la tecnología desarrollada para producir materiales industriales ecológicos, aprovechando desechos agrícolas vegetales -de por ejemplo lechugas-, y fabricar bandejas para la fruta, entre otros muchos productos.
Feltwood sigue avanzando por hacer realidad la reducción del uso del plástico en el mundo -objetivo principal con el que nació-, poniendo en valor los desechos agrícolas. Ahora, la empresa zaragozana ha recibido un importante respaldo de la mano de un grupo de inversores privados con los que ha cerrado una ronda de financiación de 105.000 euros, según ha confirmado Óscar Longares, responsable de Desarrollo de Negocio de Feltwood, a elEconomista.es
Aparte del cierre de esta ronda, Feltwood también ha obtenido financiación a través del programa Horizonte 2020 al ser su proyecto seleccionado (Fase 1), lo que supone "un espaldarazo importante", aparte de haber sido premiada por la agencia europea EIT Food y entrar en su accionariado con un 1% la aceleradora Ship2B, que le ha concedido además el sello de Empresa con Sistema de Gestión de Impacto.
Con esta financiación, Feltwood afrontará el pago y desarrollo de la patente -está trabajando con una agencia de Barcelona-, además de llevar a cabo la "validación industrial. El proceso de laboratorio es correcto y sabemos qué se puede hacer, qué propiedades tienen estos ecomateriales y las caracterizaciones hechas son muy prometedoras". Ahora, el objetivo es "pasar de hacer un kilo al día a 250 kilos a la hora. Es la cifra que barajamos para el primer prototipo de validación industrial".
La previsión de Feltwood es que a lo largo de este año 2019 esté ya cerrado el tema de la patente, así como de la validación industrial y se cuente con la primera planta piloto de un cliente.
El modelo de negocio de Feltwood se basa en la cesión de la tecnología desarrollada. "Queremos poder licenciar la tecnología y que sean nuestros clientes los que tienen las plantas".
El proceso que se lleva a cabo para la producción de estos materiales industriales ecológicos se acomete en dos fases. La primera de ellas se centra en la utilización de los residuos agrícolas vegetales, por ejemplo de lechugas o alcachofas no aptas para alimentación, para tener la materia prima, "que es como un pellet".
A continuación, en la segunda fase, se trabaja con "estos pellets" para transformarlos en los materiales industriales ecológicos con los que se pueden fabricar y elaborar diferentes productos como, por ejemplo, bandejas para la fruta o tablas, entre otras posibilidades.
La tecnología desarrollada permite obtener materiales resistentes, además de versátiles, biodegradables y sostenibles, que se producen con las mismas fibras vegetales que forman las plantas y sin emplear contaminantes tóxicos, siendo totalmente respetuosos con el entorno natural y con las personas. Unas características con las que se convierten en una alternativa real y ecológica a los materiales contaminantes que se utilizan en la actualidad.
Estos dos procesos "se pueden hacer sobre un mismo techo o bien por separado". De esta manera, cabe la posibilidad de que "con mis propios desechos hago mis propias bandejas para mis endivias o bien el proceso se haga en dos sitios", realizándose la primera fase con productores o gestores de residuos y que, luego, otra empresa haga la segunda parte. No obstante, lo mejor es que "las dos partes del proceso se realicen lo más cerca para reducir la huella de carbono lo máximo posible".
Expansión nacional e internacional
Feltwood es una empresa joven, pero ya nació con vocación internacional. De momento, la empresa comenzará su expansión en España, habiéndose fijado zonas estratégicas como Almería, Barcelona y País Vasco. En el territorio nacional, "la gestión de residuos varía de una comunidad a otra. Por ejemplo, en Aragón no se paga por los residuos, mientras que en Andalucía se paga".
De momento, ya se han hecho contactos con una empresa de Almería y otra cercana a Bilbao a través de la que se ha conseguido una subvención de 30.000 euros del Gobierno Vasco para hacer pruebas con los materiales de Feltwood.
A nivel internacional, Feltwood tiene un amplio mercado ante sí porque su propuesta es única en el mundo, ya que "en caracterizaciones finales no existe nada". La empresa ya tiene contactos en Francia, Suecia y países de Latinoamérica, observándose buenas perspectivas en Chile, además de haber oportunidades en Perú.
Feltwood nació de la iniciativa de Arancha Yánez (CEO y fundadora), formando parte también en la actualidad del equipo de la empresa -que se prevé ampliar próximamente-, Óscar Longares (Desarrollo de Negocio), Soledad Gómez (Marketing y comunicación), Javier Malo (delegado comercial), Emiliano Bernués (colaborador en temas de gestión) y Juan Zaffora (advisor).